Los comerciantes vecinos de establecimientos educativos mostraron su preocupación por la caída de las ventas de una semana a otra, tras las restricciones anunciadas el pasado domingo por la provincia de Santa Fe, entre las que se contempla la suspensión de las clases presenciales.
Kioscos, almacenes y comercios pequeños linderos a las escuelas padecen la merma de clientes producto de la restricción de presencialidad y advierten que las ventas “bajaron alrededor de un 40 por ciento”.
“El cierre nos afectó bastante. Hay diferencias entre la semana pasada y ésta. En los horarios de entrada y salida era donde más vendíamos”, dijo al móvil de Telenoche una empleada de un local de expendio de desayunos, medialunas y facturas.
Otro de los consultados por El Tres, manifestó: “Acá lo que más se vende son yogures, sándwiches y alfajores para los chicos". Y agregó: “Esto a las cinco de la tarde está lleno y en estos días no hay nadie”