Alexis, el propietario de un local de pago de impuestos ubicado en Arijón al 1300, fue asaltado de forma violenta el viernes pasado por un joven quien solía lavar los vidrios del comercio y los de otros negocios de la zona. El agresor lo golpeó con tanta saña con una llave inglesa que la víctima tuvo que ser atendido de urgencia por los severos cortes en el cuero cabelludo. Además, sufrió la quebradura de su nariz. A horas del momento sumamente impactante que vivió, lamentó lo sucedido, ya que supo ayudar al atacante y le brindó su confianza.
“El muchacho llegó de un momento a otro a limpiar vidrios. Empezó a hacerlo hce unos meses y venía todas las semanas. Llegué a pagarle por adelantado, venía algunas veces con su hija. Desapareció por un tiempo y el viernes pasado cayó justo al momento del cierre”, comenzó su relato Alexis, en diálogo con De 12 a 14 (El Tres).
“Cuando sale el último cliente, entra para que le cargue el balde. Yo cerré la reja y cuando giro lo tengo atrás. «Quedáte quieto» me dice y no para. Me golpea con la llave inglesa. Cada vez que abría la boca para pedirle que pare, me pegaba”, precisó. Alexis contó que intentó defenderse: “Forcejeamos, le quité la remera que tenía, pero no paraba. Me golpeó la cabeza más de diez veces con la llave inglesa”.
De acuerdo a lo que manifestó, el muchacho tomó dinero y salió corriendo. Se subió a una moto cuyo conductor lo estaba esperando a la vuelta. Los vecinos, alertados por los gritos de Alexis, salieron a perseguirlos, pero no lograron detenerlos. Actualmente, el agresor se encuentra prófugo.
“En el primer momento, quedé en shock, «no puede ser», pensé. Le dije varias veces «pará que me vas a matar, tengo mi hija, vos sabés» pero me seguía pegando”, destacó.
Producto de la golpiza, Alexis sufrió cortes en el cuero cabelludo y la quebradura de su nariz. “El sábado estuve 6 horas en el Heca donde me hicieron estudios. Me duele todo el cuerpo, no puedo apoyar la cabeza en la almohada”, detalló sobre las consecuencias que padece de la agresión recibida.
“Tuve mi mejor intención como padre de ayudarlo. Así me pagó la ayuda que le dí, ya no puedo confiar. Fue un viernes que no terminó jamás”, concluyó.