La sociedad entre Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo, hoy considerado uno de los narcos más importantes de la región, y su suegro Mario Ercoli Navarro (57) puede trazarse al menos desde fines de 2017, cuando un expediente de la Justicia Federal de Entre Ríos los sindicó como los proveedores de un grupo de vendedores minoristas que operaba en la vecina ciudad de Victoria. Siete años después, Calavera y su novia, Agustina Ayelén Ercoli, y el propio Mario quedaron en la mira por haber amasado un emporio de bienes producto del narcolavado. Para los fiscales de la Procunar, Calavera dio un salto cualitativo desde 2018, cuando comenzó a vincularse con el boliviano Jorge Adalid Granier Ruíz, el mayorista de los grupos criminales rosarinos vía taxi aéreo. Ese contacto le permitió a Pelozo recibir grandes cantidades de droga en el campo cordobés de Monte Maíz, propiedad de su suegro, acopiarla y erigirse como un proveedor de peso en la región, siempre con un perfil relativamente bajo.

A la par de la causa por el doble crimen de los integrantes de la banda bonaerense de Los Lindos –Silvio David Vitullo y Diego Fabián Segura– que en diciembre de 2022 fueron quemados vivos, producto de una vendetta que organizó Calavera por el robo de una camioneta de su propiedad que estaba cargada de drogas y lingotes de oro, y de organizar el transporte de 900 kilos de cocaína –la mitad del cargamento fue interceptada en San Justo el 1º de julio–, Pelozo y su entorno más cercano afrontan cargos por lavado de activos. Las inconsistencias patrimoniales, señalan los investigadores, son notorias.

Desde 2018 hasta su detención en marzo de 2022, Calavera administró nueve vehículos, entre los que se cuentan 4x4; la embarcación “Reyna de Reynas”, que fuera incautada en Correa. Y dos lotes en Carlos Paz, Córdoba, por 182 mil dólares. Ello, por nombrar algunos de los bienes que detectó la investigación de Gendarmería Nacional.

De acuerdo con la Procunar, Agustina Ercoli (nacida en 1995) posee un lote en el Carlos Paz Golf Country Club de San Antonio de Arredondo, Córdoba, valuado en más de 100 mil dólares. Desde 2019, compró en la zona céntrica de Rosario dos departamentos. Un conjunto de lotes en Ibarlucea, un depósito, un camión, una 4x4 y una flota de vehículos. A su vez, abrió dos minimarkets, ubicados en Ibarlucea y Córdoba. También, una escuela de equinoterapia y un geriátrico.

Ercoli, un habitué del Hipódromo de Rosario (en 2017 la Comisión de Carreras lo suspendió seis meses por dopar al caballo pura sangre Victory Noix), también está en la mira por una maraña de bienes adquiridos desde 2018. Son una Toyota SW4; tres Volkswagen Amarok; Toyota Hilux; Peugeot 208; Volkswagen Gol Trend; Jeep Renegade; un trailer para transporte de caballos y más lotes en Ibarlucea.

“El tipo hizo guita apropiándose de terrenos, armando cosas medio turbias, y después arrancó con el tema de los caballos de carrera. Nunca estuvo en la falopa hasta que «Calavera» se arrimó a la hija; ahí vio mucha guita y se subió a la ola. Le dio soporte logístico como los terrenos donde se guardaba la droga antes de transportarla. Los campos son del viejo”, dijo un veterano detective local, ajeno a la investigación actual, pero conocedor del submundo del narcotráfico.

Hay que retroceder a noviembre de 2017 para rastrear un viejo expediente federal que involucró a Ercoli y rozó a su yerno Calavera Pelozo. Acaso una incursión iniciática en el mundo narco. Calavera, sin embargo, ya había tenido conflictos con la ley. En 2016 lo detuvieron por portar una pistola 9 milímetros en Ibarlucea, causa por la que lo condenaron a cuatro años el año pasado.

Hace siete años, la Policía entrerriana detuvo en cinco allanamientos en Rosario y Victoria al empleado municipal José Carlos “Pata Corta” Bruzzone; a Daniel Osvaldo Zapata y a su pareja Jorgelina Andino y al propio Pelozo. Este y su suegro fueron sindicados por los investigadores como los proveedores de una banda dedicada al narcomenudeo integrada por empleados municipales del otro lado del puente Rosario-Victoria. En ese momento, Ercoli se movía en un Gol Trend 2015. El caso tramitó en el juzgado federal de Paraná y recién tuvo una resolución en abril de 2024. Ercoli acordó el pago de 150 mil pesos como parte de una probation. Una moneda, comparado con el patrimonio de su clan, que ahora se encuentra inhibido.