En los 25 allanamientos que se llevaron adelante el pasado viernes en Buenos Aires, Córdoba y en el Gran Rosario contra la presunta banda narco liderada desde el penal de Ezeiza por Fabián Gustavo “Calavera” Pelozo, también fue arrestado el abogado penalista Gregorio Gómez, de conocida actividad en Rosario. Por la misma causa ya había caído el pasado mes en la zona sur Carlos Andrés “Gordo Bichi” Suárez, integrante de la barra brava de Rosario Central sospechado de haber manejado un vehículo que hizo de “campana” en una operación de tráfico de droga que se detectó en San Justo en julio.
Para la investigación llevada adelante por los fiscales Diego Iglesias, Matías Scilabra, Matías Álvarez (Procunar) y Juan Argibay (Procelac), la presunta banda se dedicó desde 2019 en adelante a mover cargamentos de droga. De los que se tiene registro, uno, de 389 kilos de cocaína, fue incautado el 24 de septiembre de 2020 en Ramallo –previamente había sido acopiado en un galpón de Ibarlucea– y otro el pasado 1º de julio en la ruta nacional 11 a la altura de San Justo, donde se hallaron 464 kilos de ese estupefaciente en un Amarok donde también se encontraron dos fusiles Colt calibre 7,62.
En la causa se pudo establecer que por debajo del líder Pelozo están su pareja Agustina Aylén Ércoli Navarro, su suegro Mario Ángel Ércoli Navarro, Carlos Suárez, Gregorio Gómez, Daniel Gustavo Marco y Matías Héctor Nicolás Mansilla.
Los fiscales añadieron que “Calavera” y su suegro Mario Ércoli Navarro ya se dedicaban al tráfico de drogas desde 2017, dos años antes de que Pelozo armara la estructura que tiene funcionamiento desde 2019 hasta la actualidad.
De las tareas realizadas se pudo determinar que desde 2019, el presunto ladero del capo narco Esteban Lindor Alvarado comenzó a viajar a Paraguay y a aceitar una relación con Jorge Adalid Granier Ruiz, quien enviaba grandes cantidades de droga a través de fletes aéreos.
Una de las personas que viajaba con Pelozo a Paraguay es Ignacio Quintana. Ambos fueron condenados en agosto del año pasado por la Justicia federal de Salta por un cargamento de cocaína que Gendarmería incautó en una Ford Ranger que manejaba Adelaida Castillo, una proveedora de droga del famoso clan Loza de Salta.
Por las medidas dictadas en el derrotero del expediente, los investigadores establecieron que la estructura de Pelozo había sido montada en Ibarlucea, y usaba tres propiedades como centro de operación, una en Ibarlucea, una en Funes y otra en Monte Maíz (Córdoba).
A su vez, los investigadores sostienen que el recluso de Ezeiza tiene vínculos con el condenado capo narco Esteban Lindor Alvarado a partir de “facturación cruzada” que data de 2018 con la empresa Logística Santino, atribuida a Alvarado.
La presunta organización también está sospechada del brutal doble crimen de los mecánicos Diego Segura y Silvio Vitullo, ocurrido el 22 de diciembre de 2022 en la localidad bonaerense de Guernica. Según se investiga, las víctimas fueron maniatadas e incineradas con vida en el interior de un utilitario que había sido robado horas antes en provincia de Buenos Aires.
Al menos uno de esos dos mecánicos, a criterio de la causa, formaba parte de una banda que había robado el rodado a la organización de Pelozo y posteriormente había adulterado los guarismos. La camioneta sustraída era de especial importancia para “Calavera”, ya que se supone que estaba cargada de dinero, droga y hasta de lingotes de oro.
Los fiscales sostuvieron que “Calavera” nunca dejó de conducir la organización, incluso después de su arresto. Enfatizaron que, por un lado, se valió de un constante acceso a celulares, y por el otro, de las visitas que recibía, a quienes les daba las órdenes que debían ser retransmitidas. Entre los visitantes se encuentran familiares del recluso y amigos, como es el caso del barra brava canalla Carlos Suárez.
Un ejemplo aparte mereció el accionar del abogado penalista Gregorio Gómez, que en un momento llegó a ser defensor particular de Pelozo, aunque su rol luego mutó en presunto miembro de la asociación ilícita. Se trató de una astuta jugada del recluso que, al ser incluido en el régimen de presos de alto perfil –que contempla restricciones de visitas y de comunicaciones–, utilizó al abogado para indicarle maniobras que debía realizar su estructura.
A Gómez lo encontró el Escuadrón de Operaciones Antidroga de Gendarmería el pasado viernes en su domicilio de Entre Ríos al 100, en la vecina comuna de Acebal. Allí, los agentes incautaron ocho celulares, 600 dólares, 200 mil pesos y elementos informáticos.
Los funcionarios del Ministerio Público Fiscal también indicaron que en la presunta banda también están Walter Andrés Pelozo (hermano del interno de Ezeiza), Claudio Humberto “Tiburón” Coronel (hombre de confianza del recluso), Gonzalo Lionel “Coral” López, Facundo Ismael “Colo” Roldán, Franco Daniel Galarza e Ignacio Quintana (actualmente, preso en Piñero).
De los nombres mencionados a lo largo de la crónica, Cristian Suárez, Daniel Marco y Matías Mansilla fueron quienes intentaron mover los 464 kilos de cocaína desde San Justo hasta Rosario. Suárez iba adelante, oficiando de “campana” en un vehículo e intentó alertar a Marco y Mansilla, que iban en una Amarok, de que Gendarmería realizaba un control en la ruta 11. No obstante, la camioneta no pudo eludir el procedimiento y los dos ocupantes terminaron arrestados con la droga y los dos fusiles.
Se cree que la droga fue arrojada desde un avión hacia una zona rural y desde allí fue recogida en la Amarok. Los investigadores presumen que en esa operación narco también estuvieron involucrados Pelozo y el abogado Gómez; el primero por haber dado la directiva, y el segundo por haber ido de visita a Ezeiza para luego retransmitir toda la información al resto de la organización.