La causa por el secuestro al voleo y asesinato de Lorenzo “Jimi” Altamirano, ocurrido frente al Coloso Marcelo Bielsa el pasado 1º de febrero, tuvo un fuerte avance este jueves al mediodía. La División de Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal detuvo en el partido bonaerense de San Martín a Daniel Mateo B., un joven de 21 años que está sospechado de haber participado en el crimen que fue cometido en el marco de una pelea entre facciones de Los Monos.
Daniel Mateo B. será llevado a audiencia imputativa por los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada el próximo domingo, según estimaron fuentes judiciales consultadas por Rosario3. En el operativo por el que cayó también colaboró personal de la DDI de San Martín.
Según fuentes del caso, los detectives ubicaron a Daniel Mateo B. en un hogar cristiano que funciona como centro de rehabilitación de adicciones en la localidad bonaerense de Villa Bosch.
En la noche del 4 de febrero –es decir, tres días después del crimen– Daniel fue emboscado y baleado en Iriondo y Dean funes, a unos 150 metros de su casa.
La cercanía de su vivienda con el sector donde fue secuestrado Jimi –27 de Febrero e Iriondo– y de la cuadra donde fue abandonado el auto que usaron los homicidas –Latzina al 2800– y sus propias declaraciones al ser entrevistado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), en las que dio cuenta de hacer "trabajos” para el recluso Pablo Nicolás Camino –posteriormente imputado como instigador del crimen de Jimi–, llevaron a los fiscales a concluir que podría estar vinculado con el caso Jimi.
Además, el 17 de febrero, una detective de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) entregó un informe a partir de tareas de calle en los barrios San Francisquito, Parque Casado y Bella Vista. Allí, informantes anónimos aseguraron que uno de los asesinos de Jimi resultó baleado días después del crimen al voleo del músico punk.
El nombre del ahora detenido fue ventilado durante la audiencia imputativa contra la presunta organización liderada por Pablo Nicolás Camino, un recluso que se encuentra alojado en el penal federal de Rawson.
Camino, de acuerdo a la investigación de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, habría planificado el crimen con el único objetivo enviarle un mensaje a Leandro “Pollo” Vinardi y a Carlos Damián “Toro” Escobar, dos de los presuntos cabecillas de la barra brava de Newell’s, quienes integran la banda de Los Monos y están detenidos en la cárcel de Ezeiza.
Camino, junto a sus compañeros prisión en Rawson Rodolfo Héctor “Eri” Masini y Leandro “Gordo” Vilches mantuvieron una fuerte disputa con Vinardi y Escobar porque pretendían cobrar una deuda estimada en unos 70 mil dólares. Esa pelea se tradujo en la calle con una seguidilla de ataques a tiros, homicidios y atentados donde los distintos bandos se dejaron carteles con distintos mensajes.