A criterio de la Fiscalía, el homicidio de Lorenzo “Jimi” Altamirano se inscribió en una saga de violencia cuyo instigador, según la acusación, fue Pablo Nicolas Camino (28), alias Amigo o Carnicero, según la causa que lo tenga como imputado. Un crimen que no tuvo otro propósito que tirar un muerto en la cancha de Newell's, más precisamente a los capos de la barra brava. El 1º de febrero, Jimi fue raptado en 27 de Febrero e Iriondo. Y cinco minutos después, cerca de las 23, fue vilmente ejecutado.

Los asesinos materiales de Jimi no están identificados. Aunque las sospechas se ciernen sobre Daniel Mateo B., un joven de 21 años que en la noche del 4 de febrero –es decir, tres días después del crimen– fue emboscado y baleado en Iriondo y Dean funes, a unos 150 metros de su casa.

La cercanía de su vivienda con el sector donde fue secuestrado Jimi –27 de Febrero e Iriondo– y de la cuadra donde fue abandonado el auto que usaron los homicidas –Latzina al 2800– y sus propias declaraciones al ser entrevistado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), en las que dio cuenta de “hacer trabajos” para Camino, llevaron a los fiscales a concluir que podría estar vinculado con el caso Jimi.

Además, el 17 de febrero, una detective de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) entregó un informe a partir de tareas de calle en los barrios San Francisquito, Parque Casado y Bella Vista. Allí, informantes anónimos aseguraron que uno de los asesinos de Jimi resultó baleado días después del crimen al voleo del músico punk.

“Personas que no quisieron aportar sus datos por razones de seguridad (…) Jimi no era una persona vinculada con ninguna banda como tampoco a los mercados ilegales de la zona y que en el hecho investigado seleccionaron la víctima al azar. Por otro lado, diferentes personas me indicaron que este hecho podría estar relacionado con un conflicto entre un grupo de personas lideradas o conducidas por Pablo Nicolas Camino y Ariel Máximo “Guille” Cantero. Finalmente, me informaron que uno de los involucrados en el homicidio de Jimi habría sido atacado con armas de fuego pocos días después del hecho”, señala el informe de la brigadista.

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra supieron que dos días después de ser atacado a tiros, Daniel declaró en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y ventiló varias internas de la mafia.

“Cuando cayó Lucas Castillo [imputado como sicario, y a su vez en prisión preventiva desde diciembre por el doble crimen de Marianela y Estefanía Gorosito] a mí me contactó Camino, que sé que está preso y me dijo si quería trabajar para ellos aguantando cosas. Yo le dije que sí. Esto fue hace un par de meses”, dijo el baleado Daniel B.

Luego de contar detalles del episodio que lo dejó varios días internado en el Heca, Daniel B. siguió con su relato contextual.

“No tengo claro por qué pasó esto –agregó la víctima y sospechoso a la vez–. Por un lado, puede haber sido porque muchas veces ellos me contactaban para hacer laburos y yo no podía o parecía como que la vida quería que haga esos laburos, o porque al final no me pasaban a buscar o siempre había alguna traba. Por el otro lado, pienso que también puede ser porque el viernes anterior yo había ido a la cancha de Newell's; yo iba siempre. Y esa misma noche me mandó mensajes Nico Camino preguntando qué hacía, que había ido a la cancha. Porque en teoría la barra la maneja el «Pollo» Vinardi, y se ve que hubo algún quilombo entre ellos”.

“Entonces quizás fue por eso. A la cancha yo siempre fui solo, o con mi hermano, me instalaba con los pibes de la barra que son amigos, pero nunca paré con ellos ni iba temprano a colgar los trapos para que me den entrada ni nada. Esa semana hubo bastante quilombo por el tema de la barra...”, expuso Daniel ante la Fiscalía de Gastón Ávila, que está a cargo de la investigación por tentativa de homicidio.

Sin embargo, Daniel B. se esfumó de Rosario, indicaron fuentes de la causa. Además, su vivienda fue atacada en más de una oportunidad. El 24 de mayo recibió nada menos que 17 disparos.