El atentado a tiros a un carrito de comidas, cometido en la madrugada del 19 de febrero, y la balacera contra el supermercado Único, propiedad de la familia Rocuzzo, perpetrado 12 días después, fueron efectuados con una misma pistola, concluyó un peritaje sobre las vainas. Y, según expuso la Fiscalía, fueron ordenados desde la celda de Pablo Nicolás Camino, el recluso díscolo de la banda de Los Monos. El objetivo: perjudicar a sus ex socios Leandro “Pollo” Vinardi y Leandro “Toro” Escobar, gerentes de la barra brava de Newell's con quienes mantuvo una agria disputa entre noviembre y marzo que incluyó asesinatos y ataques para generar conmoción pública en Rosario y la región.
Ambos casos son parte de la saga criminal que siete fiscales le atribuyeron este jueves y viernes a un grupo –considerado asociación ilícita– que, según la acusación, estuvo detrás de al menos cinco homicidios, entre ellos el emblemático caso de Lorenzo “Jimi” Altamirano.
Si las balas que impactaron en la persiana del súper de Lavalle 2554 a las 2.53 de la madrugada del 2 de marzo sólo pueden explicarse por la repercusión local, nacional e internacional que habría de generar por ser el local propiedad de los suegros del astro rosarino Lionel Messi, los disparos al carrito El Busca Vidas –también conocido como Los Mellis– tal vez posean un vínculo, aunque arbitrario, con el universo criminal de Pablo Camino.
Ocurre que, según expuso el fiscal Federico Rébola, el puesto de panchos y hamburguesas ubicado en Pellegrini y Fraga pertenece a un tío de Emanuel “Tato” Leguizamón, un segunda línea que supo responder al propio Pablo Camino, pero que luego se replegó en la facción de Pollo Vinardi y Toro Escobar.
Tato, que supo trabajar en el local de comida rápida, fue detenido en noviembre de 2021 en el marco de una investigación anterior contra Camino. Y un año después, quedó expuesto, la relación entre ambos no era la misma.
La Fiscalía añadió que a las 23.45 del 18 de febrero, dos horas antes de la balacera contra El Busca Vidas, Antonela “La Gorda Anto” Fernández, Axel Sebastián César y el todavía prófugo Carlos Gregorio Ruiu fueron a hacer “inteligencia” al carrito por orden de Camino.
En lo que parece ser una marca registrada de este grupo criminal, Fernández y César filmaron una suerte de especie de película del lugar a atacar. E incluso una grabación registró la secuencia de la compra de un pancho.
—Hola.
—¿Pancho por las dudas? ¿Cuanto está?
—600 especial y común 500.
—Dame un, dame un común por favor.
A la 1.45 se presentaron dos sicarios en moto y rociaron de balas el carrito. “Esto va para José”, dijo uno. José no es otro que el tío de Tato Leguizamón, señaló la Fiscalía. Los tiratiros, puede interpretarse, no tiraron a matar, pero un balazo terminó en el tobillo de un empleado.
Las grabaciones de los secuaces de Camino fueron recuperados del teléfono de Antonela Fernández, quien fue detenida el 11 de marzo tras una de las tantas balaceras atribuidas al grupo de gatilleros a sueldo. La fiscalía los presentó este viernes como evidencia del ataque. Fernández y César fueron imputados como partícipes primarios y Camino como instigador.
El 2 de marzo balearon el super de barrio Bella Vista. "Messi te estamos esperando. Javkin es narco no te va a cuidar", decía el mensaje hallado en el lugar del hecho, donde una persona que se bajó de una moto disparó contra el comercio.
El 7 de marzo, en la sección Balística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) concluyeron que las vainas obtenidas en el Busca Vidas y en el súper Único habían sido percutadas por la misma pistola 9 milímetros.
Pero antes de ese cotejo positivo, que orientó la investigación hacia Camino, un día después de los tiros al súper Único, apareció en el Coloso una bandera en apoyo a Lio Messi. Como si un sector de la hinchada leprosa hubiera decodificado el ataque antes que nadie.
“Leo, sos el corazón de un país que te ama. Newell's está con vos”, decía el trapo en apoyo al campeón del mundo que apareció en la popular horas antes del partido de la Lepra y Barracas Central, que terminó en victoria para el rojinegro.
Bajo esa leyenda, flameaba otra bandera con la firma de Los Leprosos. La misma firma apareció en la enorme bandera que la barra brava –bajo control de Los Monos– desplegó con las figuras de un mono, un toro y un pollo en el partido homenaje a Maximiliano Rodríguez el 24 de junio en lo que parece ser, hasta ahora, el último hito en la saga de hampones y barras que supo poner en vilo a la ciudad.