Este viernes continúa la audiencia imputativa contra una facción de Los Monos que, según el trabajo coordinado de tres unidades fiscales, fueron responsables de 18 balaceras y cinco homicidios entre noviembre del año pasado y marzo, en el marco de la interna violenta en la organización del clan Cantero. Algunos de los ataques, como el secuestro al azar y asesinato de Lorenzo “Jimi” Altamirano o los disparos al supermercado Único de la familia de Antonela Roccuzzo tuvieron por objetivo “perjudicar los negocios formales e informales de los líderes de la barra brava de Newell’s”, según indicó el fiscal Franco Carbone.
Algunos de los fiscales que trabajaron en la causa conjunta hablaron este viernes en conferencia de prensa desde el Centro de Justicia Penal. El titular de la Agencia de Criminalidad Organizada Luis Schiappa Pietra fue el primero en tomar la palabra y enfatizó que la mayoría de los acusados planificó los delitos desde prisión y en ese marco contó que en las escuchas telefónicas expuestas en la audiencia quedó en claro que algunos de los investigados “hablaban horas desde el lugar de alojamiento”. “Esto ya excede al derecho a la comunicación de los reclusos, es una alusión clara a cómo se administra el Servicio Penitenciario. Esto, en su mayoría, pasó en cárceles federales”, amplió.
Por su parte, el fiscal Matías Edery remarcó que esta facción de Los Monos, liderada por el preso de Rawson Pablo Nicolás Camino “usaba instituciones públicas para dejar carteles”. “Sabían así que iba a haber repercusión y lo iba a conocer la organización antagónica. Casi que se hablaban en la pública por los carteles, y esto después repercutía en balaceras donde había homicidios o heridos”, agregó.
Edery adelantó que en el eventual juicio sobre la investigación conjunta, solo por los homicidios, las personas imputadas podrían afrontar una pena de prisión perpetua.
Como caso resonante, Edery mencionó que Altamirano fue “agarrado de los pelos” en 27 de Febrero e Iriondo y obligado a subirse a un auto. “Lo mataron frente a quienes hoy manejan la barra brava de Newell’s. Dos días antes de ese homicidio habían baleado al chofer de uno de los cabecillas”, afirmó y explicó que está prófugo el autor material del homicidio de Jimi.
A su turno, el fiscal Franco Carbone aseveró que este viernes se atribuirá la balacera al supermercado Único, entre otras balaceras. “El ataque buscaba un alto impacto mediático, generar conmoción pública. Fue la primera hipótesis que manejamos. La familia Roccuzzo no tenía nada que ver con el ataque, buscaban visibilidad. El objetivo era perjudicar los negocios formales e informales de los líderes de la barra brava de Newell’s”, aseguró.
Adrián Spelta, jefe de la unidad fiscal de Homicidios Dolosos, también apuntó que entre los crímenes imputados este jueves está el de Benjamín Echevarría, quien formaba parte de la organización. “Como mensaje, lo llevaron y lo ejecutaron en la puerta de otro domicilio para mostrar rivalidad. Al día siguiente, con un auto robado dos meses antes, mataron a Wilson Silveira (dueño del carrito de comidas Milton) con la misma modalidad”, comentó.
“Los cabecillas de esta asociación ilícita están dentro del Servicio Penitenciario”, enfatizó Spelta.