Los científicos de la Universidad de Glasgow y el Hospital Great Ormond Street (GOSH) en Londres, que llevaron adelante un estudio conjunto publicado hoy, también descartó cualquier conexión con las vacunas contra el coronavirus.
La investigación que aún no han sido revisada por pares, identificó a un virus generalmente inofensivo, como el principal culpable de la inusual enfermedad hepática, que enfermó a 200 niños en el Reino Unido y al menos una docena necesitó de un trasplante.
A mediados de abril de 2022 la OMS notificó la aparición de un brote de hepatitis aguda de origen desconocido en el Reino Unido en niños pequeños generalmente sanos.
Desde entonces el número de casos de hepatitis fue aumentado a un ritmo vertiginoso y se extendió por varios países.
Los científicos explicaron que las causas probables de la aparición repentina de hepatitis en niños menores de 10 años se deben a la coinfección con el adenovirus 41F y un segundo virus AAV2 y en menor media el virus del herpes HHV6.
Ambos equipos dijeron que el aumento de las infecciones por adenovirus después de los confinamientos pueden haber contribuido al brote, debido a que los niños tenían niveles de inmunidad más bajos por permanecer en el interior y no entrar en contacto con el rango normal de virus.
"Si bien todavía tenemos algunas preguntas sin respuesta sobre qué condujo exactamente a este aumento en la hepatitis aguda, esperamos que estos resultados puedan tranquilizar a los padres preocupados por el Covid-19, ya que ninguno de los equipos ha encontrado resultados directos con la infección por SARS-CoV-2", dijo Judy Breuer, viróloga de GOSH.
Explicó que durante el período de la cuarentena, cuando los niños estaban aislados, no se transmitían virus entre ellos, por lo que no estuvieron desarrollando inmunidad a las infecciones comunes con las que normalmente se enfrentarían.
"Cuando se levantaron las restricciones, los niños comenzaron a mezclarse, los virus comenzaron a circular libremente, y de repente se vieron expuestos con esta falta de inmunidad previa a toda una batería de nuevas infecciones", agregó.
A su vez, Emma Thomson, quien dirigió la investigación de la Universidad de Glasgow, dijo que todavía había muchas preguntas sin respuesta.
"Se necesitan con urgencia estudios más amplios para investigar el papel de AAV2 en los casos de hepatitis pediátrica", dijo.
Según Thomson, se necesita entender más sobre la circulación estacional de AAV2, un virus que no se controla de forma rutinaria, ya que puede ser que un pico de infección por adenovirus haya coincidido con un pico en la exposición a AAV2.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) publicó un informe técnico adjunto que destaca que todos los niños afectados se presentaron en los servicios de salud entre enero de 2022 y el 21 de junio de 2022.
Los síntomas informados con mayor frecuencia fueron vómitos, ictericia, náuseas, dolor abdominal y malestar general.
Al explicar por qué solo algunos niños desarrollan hepatitis, Jim McMenamin, Jefe de Protección de la Salud, Epidemiólogo Consultor, Salud Pública de Escocia, dijo que estos hallazgos son importantes.
"Parecen explicar por qué no todos los niños pequeños con infección por adenovirus desarrollan una enfermedad grave. Es importante destacar que los niños deben tener una coinfección con un segundo virus adicional que puede afectar el hígado y también tener una composición genética específica antes de que desarrollen una enfermedad grave", indicó.
"Si bien es tranquilizador que los casos ahora hayan disminuido, seguimos recordando a los padres y cuidadores que deben continuar asegurándose de que los niños practiquen una buena higiene respiratoria y de manos para ayudar a reducir la propagación de infecciones comunes, como los adenovirus", concluyó.