Tras reinstalarse la duda, nuevamente, respecto de que la colocación de vacunas pudiera ser un factor para el desarrollo del Trastorno de Espectro Autista (TEA), expertos a nivel internacional volvieron a aclarar que es científicamente imposible que esta relación se justifique.
En tal sentido, por ejemplo, desde el Ministerio de Sanidad español se lanzó un nuevo documento en donde se revela que las vacunas son "muy seguras y eficaces" y que antes de ser aprobadas para su comercialización "son sometidas a rigurosos estudios estrictos para comprobar su seguridad". Asimismo, una vez que se autorizan, se mantiene una "vigilancia constante de los posibles efectos secundarios".
Vacunas infantiles y autismo: no hay relación
Por otra parte, se desarrolló un apartado específico sobre las vacunas y el autismo en donde se afirma que no existe relación tal, lo cual está demostrado “en muchos estudios”, que han comparado en niños vacunados y no vacunados alrededor del mundo.
En tal sentido, se citan dos de los trabajos más relevantes, uno de los cuales contó con la participación de medio millón de niños, y en el que los investigadores demostraron que el autismo era igual de frecuente entre los vacunados y los no vacunados.
El otro estudio, publicado en 2019, evaluó la relación entre la administración de la vacuna triple vírica y el desarrollo de autismo en más de 650.000 niños daneses nacidos entre 1999 y 2010 y demostró que no aumentaba el riesgo de desarrollar este trastorno.
“Otros muchos estudios, realizados en distintos países han llegado a la misma conclusión”, señalaron.
Asimismo, se recuerda que el falso mito que relaciona las vacunas y el autismo surge a raíz de que en 1998, un grupo de investigación en Reino Unido publicara en una revista británica de “reconocido prestigio” un estudio que vinculada la vacuna triple vírica (la del sarampión, rubeola y paperas) con el TEA, Trastorno del Espectro Autista.
Años más tarde se descubrió que era un estudio “con escasa evidencia científica” que, entre otras cosas, incluía solamente a 12 niños y era “fraudulento”. De hecho, la revista retiró el artículo en 2010.
Cuestión de ciencia, no de creencia
En la web de la Asociación Española de Vacunología (AEV) se incide en que “no es una cuestión de creencia sino de ciencia” y que las vacunas no están detrás de los casos de autismo.
Tras citar varios estudios destaca que “la evidencia actual” sugiere que el autismo no tiene relación ni con la vacunación ni el tabaquismo materno y tampoco las tecnologías de reproducción asistida.
Fuente: EFE.