El 12 de abril Cecilia Di Prinzio y Emma O´Brien concretaron su proyecto de traer “Acercaciencia” a Rosario. De esa manera, culminaron tres meses de preparativos para presentar el espacio, que crearon en el 2012, como un marco que permitió dialogar con jóvenes investigadores de Rosario. El objetivo iba mucho más allá de divulgar proyectos de investigación. Cecilia y Emma querían explorar otras facetas de la ciencia, su costado artístico, artesanal si se quiere. También su conexión con el arte, la transferencia de conocimientos al sector privado y la resolución de problemáticas sociales.

Pero antes de pasar el evento que tuvo lugar en el Centro Cultural Fontanarrosa, nos cuentan sobre el camino que las trajo hasta este presente.

¿Cuál es su formación?
Emma: estudié Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Luego hice el doctorado en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), más específicamente en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, UNR-CONICET). Nos conocimos con Cecilia durante el doctorado cuando también éramos docentes. Veíamos que, tanto en docencia como en nuestro trabajo como investigadoras, era muy difícil transmitir a los demás lo que hacíamos. Íbamos a un bar con amigas que no son del tema y era muy difícil explicar qué haces, para qué, cuál es la aplicabilidad.

Cecilia: soy biotecnóloga de la UNR e hice el doctorado en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, que es donde nos conocimos con Emma. En la actualidad soy docente de la Facultad. Siempre hablábamos sobre cómo comunicar y las maneras de afrontar este desafío. Una cosa que siempre destacamos es revalorizar lo positivo de lo que a nosotras nos apasiona. Hoy en día hay mucha cuestión con todo lo que es la pseudociencia y la idea es potenciar lo que se sabe como positivo y no ir a confrontar.

Emma, estás viviendo en España.
Sí. Por cuestiones personales me fui a trabajar a España. Investigo en algo más aplicado de lo que había hecho acá. Acá investigaba sobre el movimiento del flagelo del espermatozoide en vertebrados y en España trabajo en un grupo de criopreservación de gametos de especies en peligro de extinción, como pandas y otros animales.

¿Es complicado trabajar a distancia durante tantos años?
E: En diciembre estuvimos presentando el proyecto en España en un congreso y les contaba que es posible trabajar a distancia y hacer proyectos que sirvan. Incluso en este congreso que era de docencia iberoamericana había gente de México trabajando con gente de Cádiz, todo online. Esta idea surge porque queríamos seguir trabajando juntas con Cecilia y pensamos qué podíamos hacer a 10.000 km de distancia. La opción que se nos ocurrió fue online y ahí surge el proyecto. Nunca nos sentamos en Rosario para hablar de este proyecto antes de que yo me fuera, fue todo por Skype.

¿Siempre online?
E: Todo esto online. Por otro lado, cada vez que nos podemos encontrar lo hacemos. Por ejemplo, en el 2014  estuvimos haciendo una minigira por distintos lugares, organizando eventos de divulgación científica, hablando sobre la microvida, los microrganismos en la vida cotidiana.

¿Cómo fueron los comienzos?
E: El proyecto empezó en el 2012 y fuimos de a poco. Primero con una web más rudimentaria. Siempre tuvimos el apoyo de dos empresas de Rosario, una que montó la web (Sessionstudio Diseño web Rosario) y la otra que nos ordenó la página (Kaiprom). Nos hemos presentado en congresos de comunicación de la ciencia, divulgación y educación. Nuestra web no tiene el estilo de los medios. Lo que nos parece importante es resaltar la parte educativa.

¿Cómo fue el proceso de armado de la página de AcercaCiencia?
C: Lo primero que hicimos fue decidir qué queríamos contar. Primero nos preocupaban cosas que nos parecían incoherentes, allí generamos la sección “¿Tiene sentido?”. A ambas nos apasiona la naturaleza lo que llevó a la sección de “Curiosidades biológicas”. Después empezamos con la parte educativa porque nos dimos cuenta de que muchos docentes utilizan recursos divulgativos como puntapié inicial de cualquier clase. Después se empezó a sumar gente, algunos científicos, otros no, a escribir artículos. Como los contenidos son Creative Commons, la gente colabora sin retribución económica. Tenemos unas 20 personas que escriben para AcercaCiencia, sin compromiso, cuando pueden. Queríamos crear una comunidad de lectores y de gente que escriba y cuente desde nuestra visión o línea editorial, por así decirlo, y potenciando lo que existe. Hace 2 o 3 años nos empezó a preocupar la parte ambiental y armamos una sección de medioambiente ya que muchos colaboradores querían escribir sobre cambio climático, microplásticos, etc. Hemos entrevistado a muchos científicos de Rosario, pero buscando la vuelta para tener una historia más humana. Saber qué los motivó a hacer ciencia, quién fue el profesor que los inspiró.

¿Cursaron estudios en comunicación?
E: Hice un curso de “Ciencia, Tecnología y Sociedad” en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, equivalente al CONICET de la Argentina.

C: Cursé un posgrado en comunicación científica de la Universidad Pompeu Fabra que tenía una sede en Buenos Aires el cual fue muy útil. Pero donde más aprendimos fue haciendo la web. Cuando uno escribe te das cuenta lo difícil que es comunicar generando un lenguaje accesible. Nos costó mucho definir las secciones de la web.

¿Cómo ven a los científicos comunicando en la actualidad?
E: es importante que los científicos transmitan lo que hacen. Además, es con el dinero de los impuestos de la sociedad que se están llevando a cabo los proyectos. Creo que la comunidad científica está como recogida y cuando sale es para decir “no, eso está mal” y vuelve a recogerse. Eso no vincula. Si lo único que hace es retarte, genera miedo. Por eso insistimos en que los científicos también tienen que divulgar y abrirse un poco y explicar como si fuera para la abuela lo que están haciendo.

C: Hay grupos de investigación que hacen cosas super interesantes y a menos que haya una nota de un periodista, no hay material en castellano de lo que hacen. Hay una comunidad muy grande de divulgación en español que tendría que crecer aún más. Esta necesidad de potenciación del idioma quedó en evidencia en el reciente Congreso de la Lengua. Siempre admiramos la divulgación en inglés y tenemos esos referentes pero tenemos mucho potencial en nuestra propia lengua.

¿Cómo se podría mejorar la comunicación por parte de los científicos?
E: En España hay un proyecto muy fuerte de una guía de valoración de la actividad del científico en la parte de la comunicación de la ciencia. Ahora están tirando de ese hilo para que se incluya en los puntos que les dan en la evaluación anual. Porque si no es como que no vale la pena comunicar. En épocas pasadas recuerdo que muchos consideraban que las actividades de divulgación eran una pérdida de tiempo.

C: Esta actividad de comunicación genra una retroalimentación muy positiva. Te permite crecer, lo comunicas y te abre la mente, te abre a otros grupos, la gente se entera de tu trabajo. El conocimiento es siempre una construcción colectiva y hoy muchos de los grupos de trabajo son multidisciplinarios. Qué bueno cuando contás lo que hacés y alguien te dice “puedo aportar a eso”. Estamos en una misma ciudad y uno a veces no se entera lo que están haciendo otros grupos de investigación.

¿Qué balance hacen de la página de AcercaCiencia?
E: Nos hemos visto desbordadas. Tenemos dos millones de visitas a la web al año. Gente de México, Colombia, Venezuela, Argentina, España.

C: Tuvimos que migrar el servidor porque se colapsaba, algo que nunca pensamos que nos iba a pasar. En esa época también surgieron otros proyectos en la misma línea y tratamos de tener como un punto de diferenciación.

¿Cómo es la relación con las escuelas?
C: En 2014 conseguimos llegar a varias escuelas de Córdoba, previa habilitación ministerial. Los docentes presenciaban la charla “Microvida”, aprendimos y se generó un vínculo hermoso con muchos lugares. En la Municipalidad de Rosario nos abrieron las puertas del Distrito Noroeste para dar charlas a colegios, otra experiencia hermosa. Ese mismo año fuimos al congreso de la Organización de Estados Iberoamericanos en Buenos Aires. En estos encuentros conocimos gente con ganas de vincularse y aprendimos mucho de otros formatos.

¿AcercaCiencia les cambió la visión personal sobre la comunicación científica?
C: Sin duda, yo no soy la misma. Creo que aprendí más del vínculo epistemológico del ser humano con la ciencia haciendo esto que cuando estaba haciendo ciencia en el laboratorio. Entender y conceptualizar cómo se genera el conocimiento, lo incorporé más escribiendo que cuando lo generaba.

Por eso ahora veo más la necesidad urgente de comunicar, lo que no veía tanto antes. Además al haber tenido un poco de conocimiento de comunicación uno puede tener una mirada más selectiva de los medios. Hay poco lugar de la ciencia en los medios. Hoy en día no hay muchos medios que tengan una sección de ciencia y que sea estable.

E: Creo que esto está cambiando. Por lo menos en España tengo la impresión de que cada vez hay más secciones de ciencia en los medios. Independientemente de eso, repito que nuestra intención no es ser como los grandes medios. Una de nuestras patas es educación y vemos que hay poco material para los profesores. No tengo formación de profesorado, por eso no sé dónde se pierde esa posibilidad para que los profesores de ciencia se sientan más seguros y puedan intervenir diciendo “vamos a hacer este trabajo práctico”. Entiendo que si uno no conoce algo no lo puede explicar y sentimos que los profesores están sedientos de material para poder fomentar la vocación científica en niñas y niños. Siempre es más fácil aprender de memoria que hacer un proyecto de investigación sobre un problema del barrio. Para mí, esto último es mucho más enriquecedor que leer algo sobre la célula de memoria.

Tu comentario nos lleva de nuevo a la relación con las escuelas.
E: Nos encantaría poder vincularnos con la comunidad educativa sobre todo centros que preparan a profesores de ciencia, para poder interaccionar con ellos, ver cuáles son sus carencias y poder servirles como herramienta. Dentro de la sección que mencionaba Cecilia hay varios artículos que sirven para despertar o desarrollar estas competencias sobre distintos aspectos de la ciencia. Por ejemplo, leyendo sobre la interacción entre un murciélago y una planta carnívora puede surgir preguntarse qué es una especie, qué es una población, qué es un ecosistema. Y esto es más divertido que hacerlo de memoria.

O sea que AcercaCiencia se aleja un poco de lo estrictamente académico.
C: Hoy en día a veces no tenemos la posibilidad de la interacción directa, pero nos damos cuenta por la analítica de la web, que nuestros recursos están puestos en aulas virtuales de muchas universidades, de muchos cursos de biología, de libros que nos han pedido autorización. Por eso es mucho más rico educar contando una historia. A todos nos gusta que nos cuenten historias, a los jóvenes también. Y la historia en algún punto te toca de alguna manera. No tiene mucho sentido quedarse con el conocimiento de un libro de biología, tenemos que recordar que los que generaron el conocimiento son personas. Por eso tenemos la sección de historia de la ciencia para saber más sobre los científicos. Esto nos lleva a que hay una gran parte de la comunidad científica que está invisibilizada y que son mujeres. Hay muchas mujeres detrás de descubrimientos, lo cual nos estamos enterando ahora. Por esto, cada día tratamos de contar más historias que tengan una base científica.

Si bien la página apuesta a lo desestructurado no descuidan la seriedad de las fuentes.
C: Un punto sobre el cual nos pusimos de acuerdo cuando armamos la web es incluir los hipervínculos con las referencias para aquellos que quieren saber un poco más de lo que leyeron en el texto. El plus que le podemos poner nosotras es cómo abordamos el tema, el enfoque didáctico, pero siempre hay una referencia. Hoy en día la gente tiende a hablar sin aclarar cuál es la referencia que sustenta lo que están diciendo y esto es preocupante.

E: Los terraplanistas y los movimientos antivacunas tienen su argumentación. En este último caso hubo un artículo que relacionaba las vacunas con el autismo, artículo que luego la comunidad científica sacó de la revista si bien esa parte no se dice. Pero la cuestión es que quien empezó el movimiento tiene un “paper” publicado en ese momento. Lo cual sucede muchas veces, esto de que la comunidad científica lo analiza y considera que debe ser sacado de circulación. Pero a lo que voy es a que siempre hay una referencia para la argumentación.

¿Qué cambió en tu forma de hacer docencia a partir de AcercaCiencia?
C: La gente nos contacta y realiza sus aportes a lo que publicamos. Esto también ha representado un crecimiento para mí como docente, porque ahora tengo historias para contar. A nivel educativo, la divulgación de la ciencia es una herramienta clave y cada día lo confirmo más. Si arrancas la clase contando una historia, es mejor y si es sobre una persona mejor todavía. Si no, para los chicos el saber es un ente, por ejemplo hablás de ADN pero contando quiénes estuvieron detrás del descubrimiento, con sus relaciones humanas. Por muchos años nos han contado la ciencia descontextualizada de la historia, muchos saberes tienen una base de que se avanzó porque hubo una determinada causa que sirvió de estímulo. Siempre hay que tener esto en mente, si bien representa un cambio de paradigma a nivel de cómo pensamos que se construye el conocimiento o se enseña la ciencia. Hoy en día los libros de biología incorporan la pata social nombrando a los científicos, lo cual considero muy importante. Muchas editoriales argentinas que uso nombran a científicos del país, lo cual aporta para desarrollar vocaciones científicas. Acá hay gente que hace cosas interesantísimas. Siempre que acortas distancias entre las personas es positivo.

¿Cómo surge la actividad del 12 de abril en el CC Fontanarrosa?
C: En diciembre del 2018, luego del Congreso de Docencia Iberoamericana en España, Emma tenía planeado un viaje a la Argentina y vimos la posibilidad de hacer una actividad acá. Tuvimos una primera reunión el 2 de enero, con una tormenta de ideas para ver posibilidades. Como hemos publicado algunos artículos sobre ilustradores científicos, empezamos a pensar en esto de la relación entre ciencia y arte. Y a su vez, cómo se construye el conocimiento científico. Entonces, el título tiene un doble sentido porque exploramos el arte de la ciencia, o sea el arte de hacer ciencia, y por otro lado la conexión con el tema arte. Empezamos a ver que había un montón de puntos de encuentro, pero decidimos darles el espacio a científicos jóvenes de la ciudad. Teníamos a varios investigadores entre nuestros contactos: María Natalia Lisa nominada a un premio por un proyecto de fomento de educación científica para niños, Luciana Paoletti, que también es artista. Después nos pareció interesante buscar la conexión social y económica de la ciencia, así surgieron los nombres de Diego Chouhy y Luis Veggi. No podíamos dejar de incluir al acuario del río Paraná y contactamos a Vanina Villanova quien investiga en ese lugar. Los contactamos a los cinco y en tres días los teníamos a todos confirmados.

¿Cómo fue el formato de la presentación?
C: Siempre lo pensamos como una mesa redonda. La idea fue tener una historia, con un guión y cada uno interviniendo desde su punto de vista. Creo que es un formato innovador. Hicimos un recorrido buscando esos puntos de contacto entre el arte y la ciencia, ciencia y sociedad, ciencia y medio ambiente. Y cada uno participó desde su área de expertise.

E: Fueron cinco sectores distintos desde donde intervienen la ciencia y el arte. Quisimos generar un ambiente relajado, en un living. No algo académico, sino una charla entre amigos. Dedicamos 15 minutos finales para que la gente haga preguntas a estos cinco jóvenes referentes de la ciudad.

¿Agradecimientos?
C: Estamos muy agradecidas del apoyo recibido en todo este tiempo y esperamos generar más lazos y contactarnos con más gente que quiera hacer equipo y construir cosas con nosotras. Estamos abiertas a las propuestas y nos proyectamos a seguir haciendo más. Convocamos a gente no solo de la ciencia, sino a profesores de institutos, a aquellos apasionados por la ciencia o personas que tengan un saber que aportar para construir algo. Hay mucha gente con ganas de hacer cosas pero que no encuentran a las personas indicadas o el lugar donde desarrollarse. Si comparten nuestras metas, los esperamos para que se sumen.

 

Claudio Pairoba es miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.

 

Material adicional

Entrevista en "ABC Universidad"