El gobernador enviará esta semana a la Legislatura los pliegos para ocupar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la provincia, que serán tratados en febrero, previo proceso de publicación y recepción de opiniones. Desde los tiempos de Carlos Reutemann, hace 25 años, que no se daba un recambio de ese volumen.
La premura para que ingresen en los próximos días tiene que ver con la hoja de ruta que se trazó Unidos, que acordó definir los nombres para cubrir las vacantes en el máximo tribunal antes de empezar con el armado de las listas para constituyentes y cargos locales cuyo cierre opera el 7 de febrero.
Si bien las sillas a cubrir son tres, este sábado a la tarde estaba asegurado el envío de dos pliegos, los de Jorge Baclini y Rubén Weder, dos juristas ajustados a los criterios de perfil técnico y académico convenidos dentro de Unidos. Ambos son autores de trabajos jurídicos y tienen larga trayectoria dentro del Poder Judicial. Baclini hizo toda la carrera judicial hasta llegar a juez, fiscal regional y fiscal general. Weder fue recientemente fiscal de Estado durante la administración de Omar Perotti y antes relator del ministro de la Corte Rafael Gutiérrez.
El pliego sobre el que faltaban algunas definiciones este sábado es el de la rosarina Margarita Zabalza, cuyo perfil y recorrido son diferentes a los otros dos. En su caso resalta su vinculación con el Partido Socialista, sin que nadie en Unidos dejara de destacar su capacidad profesional y honorabilidad.
En cualquier caso, lo definitorio en los nombres que enviará el gobernador es que se trata de hombres y mujeres que creen en la reforma del Poder Judicial que promueve el gobierno y están dispuestos a llevarla adelante.
Cada uno en los suyo
La relación entre el presidente Javier Milei y el gobernador Maximiliano Pullaro se rige por un acuerdo no escrito de no agresión. La clave es que cada uno se enfoca en lo suyo y no invade los intereses decisivos del otro. Simplemente saben que pelear en esta etapa no les haría ganar nada, a pesar de que no son lo mismo, ni hay alianza ni alineamiento alguno. Lo común a ambos es que son los más votados por los santafesinos y que comparten el voto no peronista como eje aglutinador. Es decir, el electorado que consagró a uno y otro es prácticamente el mismo.
Las disputas políticas entre los gobiernos se procesan por abajo, aunque afloran a la superficie a medida que se aproxima el calendario electoral. La ley de reforma constitucional ya no es una hipótesis sino una realidad y la elección de constituyentes prevista para el 13 de abril se viene encima.
En ese marco, la Casa Rosada decidió dar batalla en Santa Fe y competirá en las elecciones de constituyentes, lo cual tiene implicaciones de distinta índole.
Faltazo a último momento
En ese contexto los halcones libertarios armaron la inauguración de la cárcel de Coronda como un acto de protagonismo excluyente, sacrificando incluso las normas de protocolo. Ante este escenario, el gobernador Pullaro resolvió bajarse a último momento.
El antecedente inmediato es el acto del 29 de octubre pasado en barrio Tablada de Rosario, que llegó a reprogramarse como consecuencia del veto de la diputada karinista Romina Diez a la participación de la provincia en la firma del convenio por obras de las que no participaba.
En aquel momento Patricia Bullrich pecó de ingenua al intentar sin éxito la participación de todas las partes. No lo consiguió. Esta vez no hubo deliberación. La ministra llegó a Coronda consciente de que es una servidora valorada y efectiva de la causa libertaria, pero que las definiciones políticas no las toma ella sino quienes forman parte del triángulo de hierro del gobierno.
Aún en ese marco, la ministra cuida el vínculo con Pullaro. "Podemos tener diferencias de carácter político, si está bien o no el cambio de la Constitución de la provincia, pero esa es una discusión que no cabe en este ámbito", dijo, para blindar la alianza en materia de seguridad que tan buen resultado les dio a ambos en el primer año de gestión, al punto de convertirlos en los referentes del momento en materia de seguridad pública a nivel nacional.
Lo de la Constitución vino a cuento de que horas antes, el diputado nacional Nicolás Mayoraz presentó un amparo en los Tribunales de Rosario aduciendo la inconstitucionalidad de cuatro artículos de la ley que declaró la necesidad de la reforma.
Los halcones libertarios hacen juego en medio de los aprontes electorales y buscan las formas de tensionar con Unidos. A Pullaro le endilgan que no se pelea con Milei, pero que a la hora de apoyar medidas en el Congreso no se alinea.
Bullrich, por el contrario, prioriza la gestión institucional. No solo porque con Pullaro se necesitan mutuamente, sino porque la baja de violencia en Rosario es su éxito principal y lo que le ofrenda a Milei para que muestre algo que no sea macroeconomía. El riesgo que enfrenta Bullrich es que las tensiones electorales entre LLA y Unidos se sobregiren y rompan el vínculo de complementariedad entre fuerzas federales y provinciales en Rosario.
Con respecto a la cárcel de Coronda, el gobierno provincial ya venía incómodo por cuestiones de formas y de fondo. En la Casa Gris califican la inauguración como una puesta de escena que incluyó el traslado de cien presos con el solo fin de ser parte del decorado y la publicidad, y que tres horas después de llegar fueron devueltos a Buenos Aires. Además, la cárcel ni agua potable tiene aún. Fuentes del Ministerio de Seguridad minimizan esas situaciones: “La cárcel está terminada y en marzo va a estar ocupada a pleno”.
Con respecto a las diferencias de fondo, Santa Fe pretende que las 464 plazas se destinen íntegramente a presos federales alojados en el sistema penitenciario de Santa Fe, que de por sí son más de 700. La cartera que dirige Bullrich quiere asignar un cupo menor para los presos santafesinos, de alrededor del 75%, y el resto para detenidos en cárceles de otras provincias, en especial Buenos Aires.
Una historia bien argentina
Por más que no deja de ser una buena noticia, la cárcel federal de Coronda es una pintura exquisita de la Argentina contemporánea.
Reclamada por años, fue licitada por primera vez en 1999. El gobierno de Carlos Menem no la hizo, pero dejó el negocio armado para que lo pagara la administración de Fernando De la Rúa. Sin fuentes de financiamiento, la nueva administración la dio de baja apenas asumió. La obra se inició finalmente hace casi una década y Patricia Bullrich le puso su propio condimento al traer a la inauguración el centenar de presos que a las tres horas se los llevó de vuelta.
La historia de la cárcel federal de Coronda se suma a otro asunto muy en boga en estos días, como es el desastre de las rutas nacionales. La inseguridad vial se cuantifica, al igual que la otra inseguridad, en vidas o lesiones de por vida, además de daños materiales. Noviembre y diciembre fueron una carnicería. Décadas de anuncios, amagues y promesas, pero la gente de a pie ve y circula por las mismas rutas de los años 60 y 70. Las autopistas, autovías, rutas seguras y reparaciones de fondo no se concretan. Las últimas que hizo el Estado nacional fueron la autopista Rosario-Córdoba y el tramo de la 34 entre ruta 19 y Sunchales, que Milei paralizó faltando muy poco y ahí quedó. Cabe aclarar que se hicieron por administración oficial, ya que las concesiones o los famosos PPP repetidamente fracasaron.
Pasan y pasan los años y las estrellas amarillas que representan vidas perdidas se acumulan en las banquinas y el asfalto de esas rutas salvajes. Son parte del paisaje tanto como la señalética vial. Y todavía hay quienes dicen no comprender de dónde salió el huracán que de la nada depositó a Milei en la Casa Rosada.
El vocero Miguel Adorni respondió en su habitual conferencia que al gobierno no tenía preocupación por el estado de las rutas nacionales. Horas después se conoció un decreto de una levedad ofensiva: una partida de 85 mil millones a gastar en ¡tres años! para reparar partecitas de algunas de esas rutas.
Como la inflación en el caso de Milei y la seguridad pública en el caso del gobernador Pullaro, quien consiga avances concretos en materia de infraestructura hará diferencia.
El gobernador Pullaro muestra la voluntad de asumir esos problemas eternos. Hizo propuestas originales, como asumir la finalización y gestión de la cárcel de Coronda cuando estaba paralizada o que traspasaran las rutas nacionales en la zona portuaria. Nada de eso sucedió. Es un gobierno de libertarios, no de zonzos. La idea de retirar el Estado nacional del territorio tiene excepciones, sobre todo si el que gobierna es de otra fuerza política.
La provincia avanza donde puede, como en el nuevo puente entre Santa Fe y Santo Tomé sobre el río Salado. El viernes se abrieron las ofertas para construirlo con recursos de los santafesinos, a pesar de que hace casi 20 años Nación comprometió la obra como compensación por la autovía de la ruta nacional 19 que hizo la provincia. Otro “pagadiós” de la gran comedia argentina.