El problema en la Argentina es el crecimiento exponencial que muestra año tras año el fraude, afectando la ecuación económico-financiera de las Compañías Aseguradoras, y, por ende, de la sociedad en su conjunto. Conjunto que se ve afectado por el desvío de fondos (primas) a hechos inexistentes o exagerados en sus montos, restando un importante flujo de dinero al circuito de inversiones privadas en el país, para terminar, encareciendo el costo del seguro y hacer lento el proceso de pago de los siniestros.
No hay dudas: el fraude agrede la solvencia del mercado y la calidad del servicio a los asegurados y víctimas honestas.
¿Qué es el fraude? Es un delito del tipo penal que se corresponde con la estafa. Hay una maniobra del autor, quien despliega un ardid y engaño para que la aseguradora incurra en error y conseguir así el pago de una indemnización; genera un perjuicio patrimonial. Además, en muchos casos tramita en concurso de delitos con el de falsa denuncia.
Luis Pierrini, Gerente General de Triunfo Seguros, expresó en este sentido: "Estamos enfocados en lograr la condena de los delincuentes, este es el calificativo que les corresponde, acabamos de obtener la condena a un grupo familiar que en un breve lapso de tiempo denunció el supuesto robo de tres motos a nuestra empresa, más uno a otra aseguradora, siendo condenado uno de ellos por el delito de falsa denuncia en concurso con estafa, recuperamos dinero de la indemnización y deberá realizar tareas comunitarias en beneficio de la sociedad en una institución de Cáritas. Estamos conformes con la condena, aun cuando creemos que las penas deberían ser más graves.”
Las formas de fraudes al seguro son muy variadas, la creatividad e ingenio de los estafadores pareciera no tener límites, los esquemas van de los usuales robos de ruedas hasta organizaciones delictivas en las que participan abogados, talleres mecánicos, trabajadores de hospitales, inventando accidentes, lesiones de supuestas víctimas o mintiendo en los peritajes, a veces en connivencia con los asegurados, alimentando la voracidad insaciable de una gran industria: la del juicio por accidentes de tránsito.
Asegurados, terceros víctimas de accidentes de tránsito, productores asesores de seguros, pasan así de aliados a enfrentados, las aseguradoras dudando de todo y todos.
¿Cuenta con herramientas adecuadas la industria aseguradora para frenar y revertir los resultados negativos de este flagelo, pueden también las aseguradoras responder al fuego con la misma creatividad y ser innovadoras? ¿O, por el contrario, en un negocio y empresas tradicionales es una utopía?.
Desde la firma Triunfo Seguros están convencidos. Apelando a las nuevas herramientas tecnológicas y a la creatividad están impulsando un cambio de paradigma en la lucha contra el fraude. Impulsando que se puede frenar, revertir y responder adecuadamente. Así lo afirma su Gerente General: "De la pandemia para acá, hemos tomado la decisión política de invertir en plataformas digitales para prevenir el fraude, como así también en tecnología de IA aplicada al delito, estamos entrenándola con nuestra propia historia y experiencia siniestral. Esto nos está permitiendo configurar un mapa de las diversas modalidades, conductas, tipos, para atacarlo de raíz -en cada jurisdicción- con una respuesta adecuada a las modalidades del lugar; no dejamos de sorprendernos día a día de los resultados. Así hemos identificado abogados que repiten siempre la misma forma de ocurrencia de un accidente, mismos talleres, mismos testigos, con certificaciones de lesiones de idénticos institutos médicos. En este momento estamos recopilando casos para aportar a una investigación penal que se está llevando adelante en Rosario.”
Si bien desde la aseguradora afirman que su energía debe estar puesta en la prevención para no atender siniestros fraudulentos, para mejorar la experiencia del asegurado honesto, no dudarán en interponer las denuncias penales y coadyuvar en las que tramitan por investigaciones de oficio. “Estamos preparados para detectar los hechos fraudulentos y actuaremos”, afirma Pierrini.
Se agradece tanta sinceridad: las aseguradoras parecen estar mejorando sus pertrechos y están convencidas de poder erradicar este delito de cuajo.