Vanina, la esposa de Juan, el hombre que hace un año fue víctima de dos balaceras en su casa de zona oeste, motivo por el cual fue visitado por el intendente Javkin, y fue acribillado a balazos el último jueves, le pidió a la sociedad que “acompañe a la familia” y anticipó que el próximo lunes marcharán. “Necesito paz y justicia, quiero saber por qué tan ensañados y tan violentos”, dijo.
El pasado jueves, Juan Manuel Britos decidió lavar el taxi del que era chofer en la vereda de su casa, en barrio Moderno y Triángulo, junto a su esposa Vanina y su hijito de 8 años. También estaban los vecinos de la cuadra. Fue entonces que dos motociclistas pasaron por el lugar, abrieron fuego y acribillaron al hombre, quien recibió 29 disparos fatales.
Britos tenía 40 años y llevaba tiempo amenazado. En aquellos ataques armados, sicarios dejaron notas que en nombre de “La mafia” le exigían dejar su vivienda, donde vivía con su mujer y su hijo. Es por esto que se había dispuesto una custodia policial en las inmediaciones, que de acuerdo a lo que confirmó la esposa Vanina, en diálogo con Radiópolis (Radio 2), fue retirada en mayo pasado. Desde entonces, no habían recibido ninguna intimidación.
La mujer contó este sábado que los ataques previos fueron dos y que la custodia fija la tuvieron por alrededor de tres meses. “Intentamos de a poco hacer vida normal, aunque en sí nunca más la volvimos a tener, no salíamos a la vereda y nos cuidábamos un montón. Si no era necesario no salíamos de la casa”, recordó.
Con el dolor por la pérdida de su esposo y el miedo que le genera la situación, Vanina expresó que la única ayuda que necesita “es el apoyo de la comunidad” y anticipó que el próximo lunes, posiblemente en avenida Perón y Felipe Moré, realizarán una marcha en reclamo de Justicia: “Necesito que la gente esté cerca de la familia, haciéndonos el aguante”.
Luego de las dos balaceras contra su casa familiar de la zona oeste de Rosario, el año pasado el taxista fue visitado por el intendente Pablo Javkin para expresarle su solidaridad. Tras el crimen, Vanina contó que, por ahora, no recibió ninguna comunicación directa del jefe municipal.
“Me gustaría que así fuera, me encantaría decirle un montón de cosas, yo soy muy neutral, tengo miles de preguntas para hacer. Esto se podía evitar”, concluyó.