Las instalaciones eléctricas precarias o deficientes son un factor de riesgo para incendios domésticos que, además de generar importantes daños materiales, pueden llegar a tener consecuencias fatales. Y en Rosario ya se cuentan de a decenas los casos de viviendas consumidas por el fuego en los que las llamas comenzaron a raíz de un cortocircuito.
Esta situación se refleja en el dato de que el 40% de los incendios se dan por problemas eléctricos, según la Asociación para la Promoción de la Seguridad Eléctrica (Apse). Además, la misma entidad indica que el 14% del total de muertes registradas cada año se explican por accidentes relacionados con la electricidad.
Teniendo en cuenta esto, especialistas recomiendan tomar una serie de precauciones y contratar a electricistas matriculados para revisiones periódicas.
Javier Acosta, ingeniero eléctrico y especialista en higiene y salud laboral, explicó que "hay múltiples factores que pueden llegar a generar un incendio". "Generalmente se dan cuando hay un punto caliente en la instalación eléctrica", indicó en diálogo con Punto Medio (Radio 2).
En ese sentido, detalló que esos "puntos calientes" pueden encontrarse en tomacorrientes con sobrecarga, conectores viejos o en elementos que se incorporan a las instalaciones eléctricas y no son adecuados, como triples o zapatillas que no están homologadas y, por ende, no cuentan con elementos de protección.
Con respecto a los triples, el ingeniero eléctrico explicó que son propensos a generar sobrecargas dado que, al habilitar tres conexiones a partir de una misma toma, se excede el límite de consumo. En el caso de las zapatillas, por su parte, se deben utilizar aquellas con interruptores que restringen el flujo de corriente.
Otros de los artefactos que pueden provocar incendios son los electrodomésticos viejos y que carecen de mantenimiento.
Certificaciones y claves para conexiones seguras
Para prevenir estos hechos, el especialista remarcó que todo equipo eléctrico con la correspondiente certificación de seguridad es fácilmente identificable gracias a una inscripción reglamentaria. De acuerdo con una publicación de la Apse, estos productos deben mostrar en sus etiquetas su marca, modelo, origen, características técnicas, nombre del fabricante o importador, la dirección y un símbolo con una S y con una C (por la Secretaría de Comercio). En caso de que la certificación sea de marca, lleva la SC y al lado el símbolo de una de las más de diez certificadoras del país, como por ejemplo el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (Iram). Para garantizar esto es clave que el diseño de la instalación sea el adecuado, respetando las condiciones de seguridad establecidas en la Reglamentación para la Ejecución de Instalaciones Eléctricas en Inmuebles de la Asociación Electrotécnica Argentina. Y una vez colocadas las protecciones, se recomienda probar mensualmente el disyuntor mediante el botón identificado con la letra "T". También hay que contratar a un electricista matriculado para una revisión completa de las instalaciones cada cinco años, según establece la reglamentación vigente, y prestar atención a detalles como el estado de los cables, que se vuelven quebradizos y cuyos filamentos van perdiendo coloración como consecuencia del desgaste. Además, los tomacorrientes pueden ir adquiriendo una coloración amarillenta en caso de que haya un falso contacto.
En cuanto a las instalaciones domésticas, Acosta enfatizó que deben contar con el sistema de "puesta a tierra" y con los elementos de seguridad correspondientes, empezando por llaves termomagnéticas y un interruptor diferencial (también llamado disyuntor) funcionando en los tableros centrales, para cortar la corriente en caso de sobrecargas o cortocircuitos.