“Dependiendo de la dosis cualquier cura puede transformarse en veneno”, repitió ayer Oscar Botasso, investigador Conicet e integrante de la Academia Nacional de Medicina. Días antes, también en Radio2, el médico Carlos Alonso, cuya firma prescribe sin temor ivermectina a sus pacientes desde hace meses, dijo que sus colegas deberían salir de la zona de confort y “arriesgar su firma para aplicarlo”. ¿Ivermectina sí o no? Para la infectóloga Carolina Subirá, tal vez una de las voces más autorizadas en tratamiento covid de la provincia, la polémica puede ser peligrosa: “Me preocupan que colegas prescriban ivermectina cuando aún no hay pruebas científicas que demuestren su efectividad”, dijo esta semana.

Siempre hubo rebeldes que pagaron costos altos por las batallas presentadas a las instituciones. En el Mundo covid los ejemplos políticos, económicos y sanitarios abundan. No hay manuales que explicaran cómo hacer lo que había qué hacer. Qué funciona y qué no. Qué es bueno y qué no. Y en la búsqueda de respuestas el disenso fue el argumento usado en toda trinchera: el desconcierto y la ignorancia como sostén de una guerra sin fin. El uso de la ivermectina en medio de un politizado y discutido plan vacunatorio es un punto más de estos desencuentros. Según publicó Rosario3 esta semana, en nuestra ciudad se venden dos mil cajas de ivermectina por mes.

Mientras los médicos y especialistas discuten en todo el mundo, desde Gran Bretaña anunciaron ayer que la Universidad de Oxford inició un estudio con su efectiva plataforma de investigación sobre la utilidad del antiparasitario. “La terapia se agregará al ensayo principal, un ensayo clínico grande diseñado para evaluar posibles terapias de covid-19 para pacientes no hospitalizados, incluida la recuperación en el hogar, que tienen un mayor riesgo de progresar a una enfermedad grave”, publicó este sábado Contagion Live, un magazine científico Británico.

Dependiendo de la dosis cualquier cura puede transformarse en veneno


“En el ensayo, los participantes recibirán un curso de ivermectina de 3 días, con un seguimiento de 28 días. El ensayo comparará el medicamento con el estándar habitual de atención del Servicio Nacional de Salud (NHS). E incluirá sujetos dentro de los primeros 14 días de los síntomas de covid-19 o una prueba positiva. Si bien la terapia ya se usa de manera rutinaria para el tratamiento de covid-19 en algunos países, aún no hay suficientes datos de ensayos clínicos controlados, aleatorizados a gran escala disponibles para validar su efecto sobre la velocidad de recuperación o la disminución de la hospitalización”, argumentaron los responsables editoriales de la publicación.



En Argentina esta semana se publicó un estudio en la revista EClinical Medicin (del grupo editorial The Lancet) que asegura que la ivermectina sirve para combatir el coronavirus. Ese título en medio de un plan vacunatorio muy politizado genera un nuevo cimbronazo. El texto con sus resultado. aporta evidencia de la actividad antiviral significativa de la ivermectina contra el coronavirus. En medio de la polémica por el uso de este antiparasitario, rechazado por gran parte de la comunidad científica, los resultados de este análisis abren aún más el debate.

Para el investigador Oscar Botasso hoy la evidencia está en un ni. Y para eso es importante la iniciativa de Oxford. “La práctica médica diaria no reglada lleva a mucho error. Dependiendo de la dosis todo puede ser veneno. Hay que hacer el ensayo clínico aleatorizado comparativo controlado dobleciego para tener respuestas firmes. Hay de tanto en tanto colegas que se animan a probar cosas, después hay que pasarlo por esos ensayos. Hay gente que por fines compasionales lo acepta, la dosis que muestra el estudio es muy muy superior al que se usa por el tratamiento por la sarna”, dijo.

La ivermectina en las farmacias de Rosario (Alan Monzón/Rosario3)



El ensayo argentino firmado po. Alejandro Krolewieckia, Marina Travaciod, Luis Álvarez, Marcelo Golembac, Inés Baeck y Georgina Cardama fue realizada en 45 participantes elegidos de forma aleatoria del 18 de mayo al 9 de septiembre de 2020. Según se concluye en el informe “no hubo diferencias en la reducción de la carga viral entre los grupos, pero se encontró una diferencia significativa en los pacientes con niveles de ivermectina en plasma de medianos a altos”.

El mundo discute el uso de la ivermectina. Sin embargo antes de resultados contundentes por su uso o no, en Correa una pequeña localidad santafesina el médico Carlos Alonso promocionó la efectividad de su tratamiento con la droga que prescribe sin que la comunidad científica lo avale.



“Es el mejor tratamiento incluye la contención profesional. Es hora de que nos dejen de pedir prudencia y de encerrarnos con un paracetamol”, afirmó en Radio2. “Estoy desbordado, me estalla el celular de llamados de pacientes. Además de la ivermectina es importante la contención para mejorar el sistema inmunológico.

Los médicos no discutimos opiniones personales sino evidencia científica



No solo es farmacología, el miedo de forma contundente ayuda a debilitar al paciente, la angustia, estrés, soledad y el terror al que estamos sometiendo a nuestros pacientes encerrándolos, de brazos cruzados el médico. El paciente sabe que no está haciendo nada, la ivermectina no es milagrosa pero reduce la carga viral, mejora el estado clínico y el paciente se complica menos”.

En el mundo las soluciones para el tiempo pandemia apilan documentos interminables. También teorías conspirativas, estrategias atrevidas, rezos milagrosos y la clásica batería de la industria farmacéutica. Para la infectóloga Carolina Subirá es un error el abordaje: “Los médicos no discutimos opiniones personales sino evidencia científica. Y aún eso está ausente”.