“Estoy desbordado, me estalla el celular de llamados de pacientes”. El que habla es un exitoso médico de Correa llamado Carlos Alonso, a quienes muchos acuden por su “kit anti-covid” y al mismo tiempo por los tratamientos que indica a los enfermos de coronavirus. Defensor e impulsor de la ivermectina, pidió por su autorización e instó a sus colegas a que se sumen y lo indiquen para sus pacientes.
En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2) de Roberto Caferra, el médico fue consultado sobre el combo de medicamentos que receta a modo preventivo: ivermetina, carragenina y algunos polivitamínicos necesarios para fortalecer el sistema inmunológico, de acuerdo a lo que precisó. “Es una combinación de medicamentos que hacen a la prevención, ivermictina también uso siempre que sea en tratamiento temprano y con muy buen resultado en alta dosis. No es más que la replicación del trabajo de los doctores Héctor Carvallo y Roberto Hirsch, durante los últimos años, probado primero en personal de salud, y con resultado de bueno a muy bueno, según la encuesta realizada en más de 20 farmacias de la zona en respuesta a lo que ven los pacientes, que vuelven a reiterar la compra”, sostuvo y advirtió: “Quien llega a hacer síntoma lo hace con menor gravedad que si no lo hubiera tomado”.
Sin embargo, el cóctel tiene un ingrediente más: “No es solo hacer ivermectina sino acompañar y contener al paciente, no tenemos un protocolo unificado en el país sobre cómo utilizar ivermectina adecuadamente, mucho menos el respaldo para hacerlo más allá de que estamos totalmente respaldados por la ley de derecho del paciente, que necesita respuestas porque está encerrado y angustiado”, sostuvo y agregó: “Yo a mis pacientes les hago seguimiento diario por Whatsapp y videollamadas o consulta presencial cuando el caso lo amerita. Y mis pacientes están más tranquilos porque saben que me tienen a un Whatsapp de distancia”.
Luego, ahondó en ese sentido: “La contención, sin dudas, mejora el sistema inmunológico. No solo es farmacología, el miedo de forma contundente ayuda a debilitar al paciente, la angustia, estrés, soledad y el terror al que estamos sometiendo a nuestros pacientes encerrándolos, de brazos cruzado el médico. El paciente sabe que no está haciendo nada, la ivermectina no es milagrosa pero reduce la carga viral, mejora el estado clínico y el paciente se complica menos”.
“Es hora de que nos dejen de pedir prudencia y de encerrarnos con un paracetamol en la cama para pedirnos valentía, piden prudencia porque falta evidencia. Acá hace falta que la Sociedad de Infectología se de cuenta que se nos está muriendo gente, los bloqueos por redes siguen –denunció–y también el ninguneo cuando hay 60 estudios que lo avalan (el uso de ivermectina) y 14 mil pacientes tratados con éxito”.
Sobre el uso de la carragenina, expresó: “Es el complemento de la ivermectina en el protocolo preventivo pero también se usa como prevención aislada en pacientes que no pueden tomar ivermectina, como por ejemplo, las embarazadas. Proviene de un alga y es inocua, y se usa en bebés en la rinitis. Se ha demostrado como defensa mecánica adicional, es como colocarse un barbijo farmacológico interno, conozco decenas de médicos que lo usan con éxito en zonas de riesgo”,apuntó.
En cuanto a la negación de la mayoría de los médicos a prescribir ivermectina, lanzó a modo de crítica: “Creo que un gran grupo de colegas prefiere la zona de confort y no desobedecer sin leer la evidencia científica. Es más fácil no arriesgar la firma”, dijo y oor último, remarcó la necesidad de que todos reciban las vacunas contra el covid.