A nivel mundial, millones de niños y niñas son afectados por los conflictos, efectos del cambio climático, desplazamientos, brotes de enfermedades y aumento de la pobreza. De esta forma, se los está privando de sus derechos fundamentales, sobre todo de preservar su salud integral.

Según informó UNICEF, más de 460 millones de niños y niñas viven sumidos en situaciones de violencia devastadoras (o están huyendo de ellas), en lugares como el Estado de Palestina, Haití, Myanmar, la República Democrática del Congo, Sudán y Ucrania. Entretanto, casi la mitad de la niñez de todo el mundo vive en países donde el riesgo derivado de los efectos del cambio climático es extremadamente alto.

Sin embargo y pese a las enormes dificultades, esta situación podría revertirse a través de una acción humanitaria rigurosa llevada adelante en colaboración con aliados y con el respaldo de una financiación flexible. De esta forma, UNICEF podría llegar a niños y niñas con mayor nivel de vulnerabilidad para proveerles servicios y suministros vitales que aseguren el acceso equitativo a la atención sanitaria, educación, agua salubre y saneamiento. Y, de esta forma, velar porque se respeten sus derechos.

En tal sentido, UNICEF solicita un total de 9.900 millones de dólares en apoyo a la acción humanitaria para la infancia en 2025 en pos de llevar de inmediato servicios de importancia vital a 109 millones de niños y niñas, e invertir en su desarrollo a largo plazo.

Resumen del llamamiento de 2025

Las necesidades humanitarias de la infancia están alcanzando cotas sin precedentes. "Calculamos que a lo largo de 2025 precisarán ayuda humanitaria más de 210 millones de niños y niñas en 146 países y territorios", explicaron desde su sitio web oficial.

La acción humanitaria y las actividades de promoción de UNICEF se siguen centrando en llegar a los niños y niñas más vulnerables; esto es, los que padecen discapacidad, los que provienen de comunidades marginadas, los refugiados y migrantes y las niñas, sin importar de dónde sean.

La financiación flexible es fundamental en tales cometidos, ya que potencia la capacidad de UNICEF para responder de manera rápida y equitativa a las crisis que surgen de improviso, así como para prever y prepararse ante futuros riesgos. Además, permite asignar los recursos donde más se necesitan, lo cual es crucial para llegar a los niños y niñas atrapados en situaciones de emergencia que la comunidad internacional ha olvidado casi por completo.

"Pese a nuestro llamamiento incesante de financiación flexible, esta solo representa el 9% del total de la financiación humanitaria recibida a día de hoy por UNICEF; es decir, que la mayor parte de los fondos se destinan y concentran en torno a un puñado de situaciones de emergencia", sostuvieron. En consecuencia, demasiados niños y niñas quedan desatendidos.

"Debemos invertir urgentemente esta tendencia si queremos llegar a todos los niños y niñas que necesitan asistencia humanitaria, y crear un mundo en el que se protejan y respeten los derechos de cada infancia y donde todos los niños y niñas puedan crecer y prosperar", concluyeron.

Fuente: UNICEF.