Una nueva prueba de hisopado nasal para diagnosticar un subtipo específico de asma, o endotipo, fue desarrollada por investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). Se trata de un método no invasivo que puede ayudar al cuerpo médico a recetar medicamentos de forma más precisa, a la vez que hallar mejores tratamientos para los tipos de asma menos estudiados que son más difíciles de diagnosticar con precisión. Los hallazgos se publicaron en JAMA.
El estudio
A los resultados se arribó por medio de tres estudios independientes realizados en Estados Unidos centrados en jóvenes puertorriqueños y afroamericanos, quienes tienen tasas más altas de asma y son más propensos a morir por ello en comparación del resto de la población mundial.
"El asma es la enfermedad crónica más común de la niñez y afecta desproporcionadamente a niños negros y puertorriqueños, por lo que es esencial que desarrollemos nuevas terapias para tratar mejor a estos pacientes jóvenes", indicaron desde el estudio.
Y añadieron: "Dado que el asma es una enfermedad muy variable con diferentes endotipos, impulsados por diferentes células inmunes y que responden de manera diferente a los tratamientos, el primer paso hacia mejores terapias es arribar a un diagnóstico preciso del endotipo".
Asma y endotipos
Entre los endotipos tradicionales de asma, se encuentran el T2-alto o T2-bajo según la cantidad de inflamación de T helper 2 presente. Sin embargo, el T2-bajo recientemente se dividió en dos endotipos, T17-alto, con menos inflamación de T helper 2 y más inflamación de T helper 17, y bajo-bajo, con niveles bajos de ambos tipos de inflamación.
Diagnosticar con precisión el endotipo suele implicar el análisis genético de una muestra de tejido pulmonar extraída por un procedimiento llamado broncoscopia, realizado bajo anestesia general. En el caso de los niños, sobre todo quienes padecen una enfermedad más leve, no es ni factible ni ético realizar este procedimiento invasivo por lo que se dependía de herramientas imperfectas como marcadores inmunitarios en sangre, función pulmonar y la presencia o ausencia de alergias.
"Aquellas pruebas permiten presumir si un niño tiene enfermedad de T2 alto o no, aunque no son 100% precisas y no nos pueden decir si tiene enfermedad de T17 alto o T17 bajo, esos subtipos continúan sin marcador clínico. Esto nos motivó a desarrollar mejores enfoques para mejorar la precisión del diagnóstico del endotipo del asma", explicaron.
Es así que el equipo investigador recolectó muestras nasales de 459 jóvenes en tres estudios diferentes, analizaron la expresión de ocho genes característicos de T2 y T17 y, como era de esperar, el análisis de las muestras de hisopado nasal brindó el endotipo del paciente. Entre el 23 y 29% de los participantes contaban con T2 alto, entre el 35 y 37%, T17 alto, y, entre el 30 y 38%, el endotipo bajo-bajo.
Los tratamientos
Tras arribar al diagnóstico preciso, el tratamiento cuenta con la misma precisión. En el caso del asma grave con T2 alto, existe una nueva clase de medicamentos potentes llamados biológicos, los cuales atacan a las células inmunitarias que provocan la enfermedad. No obstante, no hay biológicos disponibles para los endotipos T17 alto y T17 bajo.
"Tenemos mejores tratamientos para la enfermedad con T2 alto, en parte, porque mejores marcadores impulsaron la investigación sobre este endotipo. Sin embargo, ahora que tenemos una prueba de hisopado nasal simple para detectar otros endotipos, podemos empezar a avanzar en el desarrollo de productos biológicos para la enfermedad con T17 alto y bajo", concluyeron.
Fuente: Europa Press.