El miércoles pasado toda la población argentina debió quedarse en su casa con el objetivo de ser censado. En el marco del operativo demográfico que hizo el gobierno nacional, una censista se topó con la cruda realidad de un papá y sus cinco hijos. Conmovida, armó una colecta.
Marianela, una de las censistas que trabajaron en Córdoba, no pudo evitar ayudar a un hombre de barrio Pueyrredón por la condición precaria en la que vive y cría a sus cinco hijos.
El hombre relató entre lágrimas que la mamá de los nenes se fue y se llevó todos los documentos, por lo que tuvo que realizar todos de nuevo.
Consultado sobre si recibía alguna ayuda del Estado, comentó: "Tengo que ir a hacer los papeles, tengo miedo que me los quieran sacar, no cobro nada de nadie. Todo lo que comemos sale de mi trabajo de albañil en la calle".
Según contó la joven a El Show del Lagarto, a ella no le tocó la cuadra de Alejandro, quien trabaja de albañil, pero como no lo habían encuestado decidió hacerlo ella.
“Cuando él me empezó a contar la situación que está viviendo se me partió el alma y tomé la decisión de publicar su historia para que la gente los ayude a que puedan vivir un poco mejor, porque así no se puede vivir”, contó la mujer, y agregó: “Empecé una colecta de vestimenta, mercadería, útiles para los chicos y lo que sea, porque les faltan un montón de cosas”.
Según dijo la joven, las personas que quieran colaborar con Alejandro y su familia pueden ponerse en contacto con ella a través del teléfono 3516158626.
Si bien era feriado nacional, Alejandro relató que él tenía que ir a trabajar de albañil, por eso estaba esperando que la censita pase por su domicilio. Y cuando se cruzó con Marianela, le pidió a ella que registre su casa para luego poder irse a cumplir con sus obligaciones.
“Yo los feriados trabajo, así que estaba esperando que vengan a censarme para ir a trabajar. Cuando vino Marianela, le conté la realidad”, dijo Alejandro, y agregó: “Hago lo que puedo por mis hijos. Lo que me toca hacer día a día es trabajar y tratar que ellos puedan estudiar y sean algo en la vida. Yo me crié prácticamente en la calle y quiero que ellos tengan otra suerte. Hay cosas que yo no sé hacer porque no tengo estudios, pero trato de ayudarlos en lo que más puedo para que el día de mañana sea algo. Dentro de todo, hasta ahora ninguno se me quedó de grado”.