El pueblo de Ryrkaypiy, ubicado en el norte de Rusia, canceló todas sus actividades públicas y puso guardias en sus escuelas por un motivo poco convencional: resguardar a los vecinos de una invasión de osos polares. De acuerdo a los habitantes, más de 50 ejemplares deambulan por las calles del pueblo.
La teoría más abonada por los expertos apunta al cambio climático: indican que el deshielo en las costas está dificultando su posibilidad de conseguir comida y, por ende, forzando a los osos a adentrarse en el continente para buscar su sustento. Algunos expresaron que las incursiones son tan frecuentes que los aproximadamente 700 habitantes del pueblo deberían ser evacuado de manera permanente.
"Creo que el pueblo no debería seguir allí. Tratamos de controlar la situación, pero nadie quiere pensar que podría llegar a pasar dentro de tres o cinco años", expresó un científico.
Sin embargo, el fenómeno solo se volvió frecuente en el último tiempo. Un habitante le dijo a la agencia Tass que cinco años atrás el número de osos que llegaba al pueblo no superaba los cinco.
Declaraciones de Tatyana Minenko, líder de la patrulla de osos del pueblo, parecen confirmar la tesis acerca de la imposibilidad de conseguir comida. Le dijo a una agencia rusa que hay osos grandes y pequeños, pero que la mayoría parecía tener poca masa.
Un conservacionista del foro mundial para la naturaleza indicó que el área en el que está el pueblo experimentó temperaturas inusualmente cálidas. "Si el hielo fuera lo suficientemente firme para los osos, o al menos algunos de ellos, ya se hubieran ido al mar, donde podrían cazar focas o moluscos".