En Rosario, como en otras ciudades argentinas, bajó la contaminación atmosférica durante la cuarentena. Lo sostuvo la Comisión Nacional de Actividades Espaciales que registró una baja considerable de componentes contaminantes en la atmósfera lo cual se adjudica al aislamiento obligatorio impulsado por el gobierno.
La contaminación atmosférica en las grandes ciudades de la Argentina se “redujo significativamente” a casi un mes del decreto que determinó el aislamiento social, preventivo y obligatorio el 19 de marzo pasado para mitigar el avance del coronavirus, aseguró la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae).
“Los promedios de las tres semanas previas y posteriores obtenidos de las observaciones diarias hechas por el satélite Sentinel-5p muestran que el dióxido de nitrógeno (NO₂) presente en la atmósfera de los centros urbanos más importantes del país se ha reducido significativamente tras la definición del aislamiento obligatorio”, afirmó María Fernanda García Ferreyra, experta en temas de calidad de aire de la Unidad de Emergencias y Alertas Tempranas de la gerencia de Vinculación Tecnológica de la Conae, quien realizó los mapas.
El NO₂ “es uno de las especies gaseosas elegidas para monitorear la calidad del aire, debido a que su abundancia está muy relacionada al tránsito vehicular y aéreo, también a la actividad de algunas industrias”, agregó.
En ese sentido, se indicó que “el dióxido de nitrógeno tiene efectos nocivos en la salud humana y además, participa en la formación de otros contaminantes atmosféricos como el ozono troposférico”.
Al respecto, García Ferreyra agregó que “es notable ver cómo en otros conglomerados urbanos de la Argentina (Córdoba, Rosario, Mendoza y San Miguel de Tucumán) se observan valores de magnitud similar para el momento previo al aislamiento, pero cuando se los compara con los registrados sobre el área metropolitana de Buenos Aires y conurbano bonaerense, resultan entre 5 y 6 veces más bajos”.