La causa por el asesinato de Fernando Báez Sosa no se detiene. Mientras, se aguarda la resolución de la sala I de la Cámara de Apelaciones de Dolores en torno al recurso presentado por la defensa de los rugbiers. Los ocho detenidos por el crimen se probaron las tobilleras electrónicas. Incluso, el Servicio Penitenciario Bonaerense confirmó que las casas de sus familias son aptas para el monitoreo electrónico.
Hugo Tomei, abogado defensor de los rugbiers, solicitó la prisión domiciliaria para quienes se encuentran detenidos en el penal de Dolores desde el 30 de enero. Anteriormente, también le pidió al juez David Mancinelli, la atenuación de la pena preventiva.
Todavía no se conocen los resultados de la prueba scopométrica, que apunta a determinar quién pateó a Fernando. El estudio implica la comparación de la huella levantada en el cuerpo de la víctima y las zapatillas con mancha de sangre secuestradas a los rugbiers en la casa que alquilaban. Se suma el análisis de ADN que se conocerá en la segunda semana de marzo.
La caratula de "homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" incluye a Lucas, Ciro y Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Blas Cinalli, Enzo Comelli y Matías Benicelli. También están imputados Juan Guarino y Alejo Milanesi, ambos liberados aunque acusados de ser partícipes necesarios del delito.