Un comerciante, dueño de un local de ropa ubicado en Rivarola al 7200, relató con angustia y dolor lo que le tocó vivir en el marco de la inseguridad en Rosario: "Me vaciaron el local. Me arruinaron. Qué hago ahora con 55 años", dijo ante el móvil de Telenoche (El Tres). Sin embargo, poco después apareció la solidaridad de los rosarinos y agradeció emocionado: "Me llamó hasta el Kily González".
“Cuando llegué esta tarde pensé que me había olvidado de poner el candado, pero me fui acercando y me di cuenta que la puerta corrediza estaba un poco abierta. Y cuando miré hacia adentro me sorprendí porque no me dejaron nada”
Y sumó: "Entraron por la puerta principal. Tengo portón corredizo, rejas, vidrio blindado y así y todo me vaciaron el negocio”, dijo entre lágrimas. Y agregó: “Tuvieron todo el tiempo del mundo”.
“Tengo 55 años, qué hago ahora. Estoy empeñado porque hay gente que toda la vida me fió. Me dio a pagar a medida que yo iba vendiendo los artículos. Me arruinaron. No sé cómo voy a pagar lo que debo”, se lamentaba.
El hombre había contado que durante las mañanas trabaja en el Hipódromo para juntar unos pesos extras: “Hago changas allá, atiendo a los caballos; los limpio, los cepillo y hasta vendía ropa dentro del hipódromo”.
Entonces, apareció la solidaridad de los rosarinos. A los pocos minutos que su caso se visibilizara en Telenoche, recibió cientos de llamados para ofrecerle su ayuda.
"Me llamó el dueño del local y me dijo que va a reforzar la seguridad, me llamó un amigo para poner la alarma, también un hombre de Villa Gobernador Gálvez que me dijo que me iba a dar lo que necesitaba. No tengo palabras para agradecerles", le dijo a Alberto Lotuf, su interlocutor en la entrevista.
Un reencuentro emotivo con su hija
En medio del dolor y la congoja, Germán contó que la ocasión le permitió reencontrarse con una hija que hacía mucho tiempo no veía: "A partir de esta nota y de la publicación de mi teléfono, me encontró una hija que hace muchos años no veo. Y quiero decirle: Micaela, quedate tranquila que nos vamos a encontrar".
"Es rarísimo todo esto. Quiero agradecerles a todos porque me habían cortado las piernas, los brazos y la forma de subsistir. Y ahora todo esto. No tengo palabras para agradecer. Hasta el Kily González me llamó para ofrecer su ayuda. Un tipazo".
Finalmente, cerró: "Gracias a la solidaridad de todos los rosarinos y las rosarinas. Yo lo único que quiero es trabajar. Le pido a las autoridades que hagan algo por los rosarinos".