El taxista Gustavo Beatriz, que este jueves durante una protesta se desnudó ante una periodista ante una discusión y generó un repudio generalizado durante todo el día, dio más tarde la cara en una entrevista con Telenoche Rosario (El Tres) en la que dijo reconocer su error, se disculpó y avisó que aceptará la sanción que le toque.

“Estuve muy mal y me siento mal por lo que pasó. Todos tenemos problemas por todo lo que está pasando, problemas económicos por lo que dejó la pandemia. Y cualquiera se equivoca, somos humanos. No la conozco a esta señora pero le pido disculpas, no acostumbro a tratar mal a las mujeres, convivo con tres y soy abuelo”, expresó el dueño de una licencia del servicio.

Pidió explicar el contexto en el que se bajó los pantalones y, desafiante, expuso sus genitales frente al Concejo Municipal, donde tacheros protestaban contra la aplicación Uber: “Esta señora –por la movilera de LT8 Goergina Belluati– venía gritando, yo no sabía lo que pasaba, le dije que se dejara de romper las bolas pero se me vino al humo como un toro, mal. Creí que me iba a dar un cachetazo”.

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“Y como soy incapaz de levantarle la mano a una mujer, atiné a bajarme los pantalones. Reaccioné así. Mi intención no era hacerle pasar un mal momento pero entiendo que me porté mal”, agregó.

“Perdóneme, señora”, volvió a pedir mirando a cámara y con lágrimas en los ojos. “Hoy estuvo mal mi señora, que se descompuso. Mi hija me regaña por lo que hice. Yo no tengo nada contra las mujeres”, aseguró.

Gustavo Beatriz, conocido en el ambiente como “El Negro”, también dijo que aceptará el castigo administrativo que le corresponda por su actitud. “Intendente, haga lo que tenga que hacer, es su trabajo. Si me tienen que sancionar, voy a aceptar lo que digan porque el equivocado soy yo”, expresó.

El taxista contó por último que fue chofer mucho tiempo en la ciudad hasta que hace unos años adquirió una chapa que trabaja como conductora su hija, que utiliza la aplicación Easy Taxi, también resistida por una parte de los choferes rosarinos.

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