Jayne Sharp fue a un centro de estética para "hacerse las manos" en la ciudad estadounidense de Knoxville, Estados Unidos y mientras se hacía la manicura, se hizo una pequeña herida a través de la cual terminó entrando una bacteria come carne, conocida como fascitis necrotizante. En el hospital lograron salvarle el dedo.
La mujer se fue del local con un fuerte dolor y al llegar a su casa, notó como le latía el pulgar. Al poco tiempo, comenzó a sentirse enferma y creyó que tenía gripe, por lo que llamó a su hija médica, que la derivó de inmediato al Summit Medical Group.
Según publicó TN.com.ar, la mujer llegó al sanatorio con los dedos hinchados y no los podía mover. Desesperada, les pidió a los médicos que le dieran un analgésico. Hasta que descubrió que no era una simple molestia, sino una infección que podría haberla matado.
Al llegar al nosocomio, fue revisada y esa infección ya le había tomado gran parte del brazo, por lo que decidieron hacerle una serie de estudios para determinar que tenía. "Nunca había escuchado sobre esta cosa", contó a la prensa local luego de que le dieran el diagnóstico. "Mi vida dio un giro total. No podía agarrar nada y estaba muy asustada", agregó.
El doctor Udit Chaudhuri, encargado de atenderla, confirmó a The Mirror que Jayne había contraído fascitis necrosante, una infección grave que afecta la piel. "Si no la hubieran diagnosticado adecuadamente, hubiese perdido un dedo o hasta el brazo", aclaró.
Sharp, continúa en plena recuperación y a pesar que tuvo que pasar por varias intervenciones quirúrgicas, todavía no recuperó la sensibilidad en el lugar de la herida por lo que demandará al spa.