La provincia, a través del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio), informó que durante el fin de semana se realizaron dos procesos de donación de órganos y tejidos en dos efectores de la ciudad de Rosario, a partir de los cuales pudieron acceder al trasplante nueve personas: cinco correspondientes a la lista de espera de órganos y cuatro a la de córneas. Ambos procedimientos se llevaron adelante al mismo tiempo, con dos equipos trabajando en paralelo y con muy buenos resultados.
Uno de ellos se realizó en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), en donde se obtuvieron los dos riñones y las córneas. Al respecto, la subdirectora del Cudaio, Georgina Caggiano, consignó que “ambos órganos fueron asignados a pacientes de otra provincia, que resultaron ser los más compatibles y aptos para recibirlos, mientras que las córneas se enviaron a un banco de tejidos para su procesamiento y almacenamiento”.
Sobre el protagonismo del Heca en la procuración, Caggiano destacó que “es el efector con más donantes en pandemia, y en lo que va del año ha logrado la mayor cantidad de procesos de donación de tejidos y es el segundo en los de órganos. Sin dudas se ha constituido en una referencia nacional de la procuración, con un trabajo de todos los días, las 24 horas, en la detección, selección y manejo de potenciales donantes, con compromiso y mucha capacidad profesional, profundo sentido humano y responsabilidad social”.
En tanto, en forma simultánea se llevaba a cabo un operativo similar en el Sanatorio Italiano Centro. El coordinador de la Terapia Polivalente del sanatorio, Juan Loureyro, detalló que “fue una donación multiorgánica, en la que se pudieron ablacionar el hígado y los dos riñones, además de ambas córneas. La coordinación del proceso estuvo a cargo de la guardia de Cudaio, que trabajó en conjunto con nuestro personal. Como resultado, uno de los órganos se destinó a otra provincia mientras que los otros dos se implantaron en Santa Fe”.
Sobre la procuración durante la pandemia, Loureyro agregó que “en el sanatorio, con gran parte de la unidad de terapia intensiva dedicada al covid, durante prácticamente un año, se redujo el ingreso de otros tipos de pacientes críticos, y por lo tanto de donantes potenciales. De allí que se creó la unidad de terapia polivalente, para pacientes sin covid. En el caso de esta donante, había dado negativo en el test PCR, con lo que, además de ser apta para donar, los familiares pudieron acceder a una despedida íntima, algo que en los últimos tiempos se estaba tornando inusual”.