Todavía falta para que termine el invierno y el panorama del coronavirus en Argentina es todavía incierto, pero las ciudades de la costa Atlántica ya piensan cómo armar la temporada de verano que se vaticina más que difícil. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, ya descartó el turismo de playa pero los balnearios insisten y presentaron un protocolo que esperan poder probar el fin de semana largo del 12 de octubre. Al mar, con tapabocas.
En contacto con el programa A diario (Radio 2), el presidente de la Cámara de balnearios de Mar del Plata, Jorge Riccillo, precisó que ya se presentó un protocolo de funcionamiento a las autoridades municipales, quienes a su turno deberán trasladarlo al gobierno provincial de Axel Kicillof. Esperan tener una respuesta para fines de agosto y poder hacer una primera prueba pilo el fin de semana del Día de la Diversidad Cultural.
Se trata, explicó, de un “protocolo madre” que cada uno de los 60 balnearios marplatenses deberá adaptar de acuerdo a sus propias características. Tiene dos puntos esenciales: el distanciamiento –ya no habrán carpas atestadas unas al lado de otras– y la obligatoriedad del barbijo social.
También habrá cupos y turnos para el uso de los vestuarios.
Riccillo reconoció que la temporada que viene será bien distinta a la que pasó y que los protocolos no son fáciles de aplicar; por eso apeló a la responsabilidad ciudadana.
“Hasta que no haya vacuna, no hay alternativa: se va a tener que respetar la distancia y el barbijo”, aseveró el empresario que, como otros del rubro, ansían volver a funcionar.