"Hay que tener en cuenta que justamente una de las afecciones que provoca el Covid-19 es el compromiso cardíaco y eso se conoce como miocarditis que es una inflamación del músculo cardíaco. La miocarditis puede ser muy tenue, apenas detectable en algunos estudios o puede ser un compromiso más importante y puede provocar arritmias", señaló Eduardo Perna, presidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC).
En el caso de los pacientes con antecedentes cardiovasculares que no fueron afectados por el coronavirus pero sí debieron disminuir o dejar la actividad física, "tienen que tener una evaluación mínima, un control con el médico, electrocardiograma, radiografía de tórax y laboratorio general", expresó.
Perna advirtió que en algunos casos, incluyendo personas que desarrollan una actividad física intensa, "es recomendable considerar la realización de una prueba de esfuerzo para valorar su respuesta durante la actividad".
En referencia a los pacientes que sí tuvieron Covid, indicó que "se los debe dividir en dos segmentos: los que cursaron la enfermedad de forma leve y aquellos que precisaron de internación por tener enfermedades preexistentes que complicaron su cuadro de salud".
"Los que tuvieron Covid leve suelen presentar fatiga o cansancio para desarrollar alguna actividad, por lo que además de los estudios convencionales, se debe considerar la necesidad de una ecografía cardíaca para ver cómo está la función del corazón y si hay algún indicio de que pasó algo en el músculo cardíaco", describió.
Finalmente, los pacientes que cursaron la Covid y precisaron hospitalización, requieren estudios y cuidados preventivos especiales.
"Las enfermedades cardiovasculares aumentan las posibilidades de tener algunas formas más graves de Covid; en estos pacientes son en los que hay más probabilidades de secuelas", señaló Perna.
Más allá de haber tenido o no Covid existen factores de riesgo que indican la necesidad de una consulta con un cardiólogo.
Según el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), estos factores de riesgo son tener una presión arterial superior a 140/90; un colesterol total mayor a 200 ml; un índice de masa corporal por encima de los 27 kg/m y una glucemia superior a 100 mg/dl (miligramos por decilitro).
"Tener elevados o presentes dos o más factores multiplica el riesgo de presentar un evento cardiovascular o enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca en el futuro, y obliga a médico y paciente a extremar las estrategias de control", indicó Martín Cisneros, vicepresidente del CACI.
Por su parte, Analía Aquieri, médica cardióloga del Departamento de Cardiología del Hospital de Clínicas, señaló que las recomendaciones de las sociedades científicas dicen que a partir de los 40 años se debería realizar un chequeo anual de factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial, colesterol en sangre, azúcar en sangre y evaluar el peso.
"Sin embargo, si el paciente presenta algún síntoma sugestivo de enfermedad cardíaca como falta de aire, palpitaciones, dolor de pecho o historia familiar de enfermedad del corazón, debemos consultar al médico, sin importar la edad", concluyó la especialista.