"Este incremento del peso, sumado a un aumento del consumo de alcohol y de psicofarmácos provoca mayor riesgo de padecer ronquidos y apneas del sueño, y lo estamos viendo en el consultorio, lo que hace a un aspecto central en el sueño", explicó a Télam el jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas, Facundo Nogueira.
Desde el Instituto Universitario del Hospital Italiano (Iuhiba), la médica Stella Maris Valiensi, autora de "La ruta del sueño", destacó los beneficios de un buen descanso: "Biológicamente las personas están preparadas para dormir un tercio de sus vidas y la privación del sueño, puede tener importantes consecuencias", remarcó.
Durante el estado del sueño, dijo Valiensi, se generan varios procesos homeostáticos o de autorregulación, como por ejemplo, aumenta la actividad parasimpática (lo que permite recuperar energía), disminuye la presión arterial y se incrementan las hormonas anorexígenas.
Por eso, Nogueira destacó la importancia de "no automedicarse, porque en general se realiza mal y genera adicción, por eso nosotros estamos usando melatonina de forma exógena, que es una herramienta útil siempre que sea administrada por un médico".
El especialista explicó que se trata de una hormona que produce nuestro cuerpo, que "desencadena el mecanismo del sueño, pero no es un sedante".
El problema, resaltó, es que a los acostumbrados desarreglos con los horarios o el exceso de pantallas o alcohol, en el último año se sumó el aumento de peso que trajeron los días de encierro.
Nogueira, médico neumólogo, cita una encuesta realizada por la consultora Ipsos que reveló que el "40% de la población argentina dijo haber aumentado de peso durante la cuarentena".
El estudio de Ipsos se realizó de manera online y participaron 22.008 personas de entre 16 y 74 años de 30 países desde 23 de octubre al 6 de noviembre del año pasado.
El sondeo reflejó que un 40% de los argentinos encuestados dijo haber subido de peso durante la cuarentena por la pandemia, superando el promedio mundial por 9 puntos (31%).
Este indicador posiciona a la Argentina como el quinto país con el porcentaje más alto en este tópico, sólo superado por Brasil, con un 52%; Chile, 51%; Turquía, 42% y Sudáfrica, 41%.
Por eso, Nogueira destacó que "es clave promover el ordenamiento de los horarios, sobre todo en la alimentación y a la hora de dormir, además de evitar el consumo de alcohol en la cena porque en una determinada dosis afecta la calidad del sueño y uno duerme peor".
Las recomendaciones básicas para conciliar un sueño saludable, luego de la desorganización de horarios que provocó la cuarentena, son "destinar de 7 a 9 horas para dormir en el caso de una persona adulta, y una hora más para los adolescentes; dejar pasar dos horas luego de cenar para irse a dormir; evitar tomar líquidos en exceso, cafeína o fumar después de las 17".
En tanto, especialistas del Instituto Universitario del Hospital Italiano (Iuhiba) informaron en un comunicado que en la Argentina, se calcula que 4 de cada 10 personas sufren alguna patología del sueño mientras que más de la mitad de la población tiene "la sensación de dormir mal".
Los especialistas coincidieron en la importancia de realizar ejercicio suave, por ejemplo pasear durante al menos una hora por día, con luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos tres horas antes de ir a dormir".
"Si se realiza un ejercicio vigoroso en las 3 o 4 horas previas a la hora de acostarse el sistema nervioso puede activarse y se pierde la sensación de somnolencia", indicó en un comunicado el Iuhiba.
Otra sugerencia de los médicos es "incorporar cada noche una rutina de acciones que ayuden a prepararse mental y físicamente para irse a la cama, como lavarse los dientes, ponerse el pijama, preparar la ropa del día siguiente".
Además de evitar leer en la cama, mirar televisión, celular o leer noticias de portales, los expertos coincidieron en que pasados los treinta minutos en la cama sin poder conciliar el sueño, "se debe realizar alguna actividad tranquila para volver a acostarse con sueño".
Practicar ejercicios de relajación antes de acostarse, de estiramiento, como yoga, puede contribuir a un buen dormir, o tomar un baño de agua a temperatura corporal, lo cual tiene un efecto relajante, indicaron.