La vacunación es una herramienta esencial para prevenir enfermedades infecciosas, no sólo en la infancia en donde el calendario de vacunación resulta de obligatoriedad y su difusión es amplia; sino también en la adultez, ya que el sistema inmunológico comienza a debilitarse con la edad.
"La vacunación en los mayores de 50 años es crucial. A esta edad, cambiar hábitos y empezar a cuidarse, incluyendo vacunarse, puede aumentar la expectativa de vida entre 10 y 12 años”, señalaron desde la Sociedad Latinoamericana de Vacunación.
Asimismo, aseguraron que existen cinco claves para vivir mejor la adultez: Realizar actividad física (150 minutos por semana de actividad vigorosa), seguir una dieta mediterránea, mantener relaciones humanas (para una mejora emocional y cognitiva) y tener acceso a la salud y vacunas.
Las vacunas en adultos
Patologías como la neumonía, que puede ser causada por el virus de la gripe, el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), así como otras enfermedades como el Herpes Zóster, representan amenazas significativas para la salud de los adultos, especialmente para aquellos mayores de 50 años.
En Argentina, se estima que el VSR, un virus común que afecta las vías respiratorias, es responsable de 14.600 hospitalizaciones y 3.500 muertes al año en personas mayores de 20 años. El 90% de estos pacientes son mayores de 50 años, lo que subraya la carga de enfermedad en adultos.
“El VSR puede ser muy grave en adultos, especialmente en mayores, ya que causa neumonías que pueden complicar, requerir hospitalización e incluso llevar a la muerte”, agregaron.
La culebrilla
El Herpes Zóster, también conocido como culebrilla, es una enfermedad causada por la reactivación del virus varicela-zóster (VVZ), el mismo virus que causa la varicela. Estadísticamente se conoció que más del 90% de los adultos mayores de 50 años fueron infectados por el virus que causa la varicela, por lo que la reactivación del virus es un riesgo.
Por su sistema inmunológico más debilitado por la edad, los mayores de 50 tienen un riesgo elevado de desarrollar esta enfermedad. Las complicaciones pueden ser graves, incluyendo la neuralgia postherpética, un dolor que puede durar meses y afectar tanto la salud física como mental del paciente. En personas con diabetes o sistemas inmunitarios debilitados, pueden tener consecuencias más graves.
Otras complicaciones son problemas visuales y el incremento de la probabilidad de eventos cardiovasculares. Por otra parte, esta condición puede afectar profundamente la calidad de vida e interferir con actividades diarias.
Vacunarse contra estas enfermedades no sólo reduce el riesgo de infección sino que minimiza las complicaciones que pueden afectar la vida diaria adulta. En este aspecto, la vacuna contra el VSR es clave para prevenir la neumonía, ya que el neumococo no es su único causante.
"Las vacunas, junto con un estilo de vida saludable, son la clave para una vida más larga y mejor. Ayudan a prevenir enfermedades y a combatir la inflamación, un factor clave en el envejecimiento celular”, concluyeron.
En este aspecto, las consultas médicas tienen un rol clave para que los profesionales puedan conversar sobre el esquema de vacunación adulta y realizar un seguimiento personalizado para reforzar las defensas del organismo.
Fuente: NA.