Hay que tener una enorme cintura política y un verdadero don a la hora de buscar consensos como para conseguir la unanimidad en un Concejo Municipal atomizado en 12 bloques que a su vez se reagrupan en 5 interbloques sobre un total de 28 ediles. Eso fue lo que logró María Eugenia Schmuck quien resultó otra vez electa como presidenta del cuerpo. Envalentonada con su gestión buscará que el Concejo pueda avanzar en iniciativas de fondo como la nocturnidad, el ordenamiento urbano y potenciar las herramientas para frenar el lavado de dinero del narcotráfico. Y desde el punto de vista político va por la construcción de un espacio que lidere el intendente Pablo Javkin que no será “ni Juntos por el Cambio ni el Frente Progresista” donde “no se pida carnet de afiliación a ninguno que quiera sumarse”. Ve claramente al intendente de Rosario con proyección provincial para el 2023 y se anota como su posible sucesora.
La concejala radical forma parte del espacio Arriba Rosario que logró la intendencia en 2019 y preside del organismo legislativo también desde ese año. Milita desde los noventa como referente de la Franja Morada, cumplió tareas ejecutivas en la intendencia de Miguel Lifschitz y llegó al Concejo por el Frente Progresista a distancia del socialismo. De carácter fuerte como sus convicciones, Schmuck se abrió a un dialogo a solas con Rosario3.
-Cómo se logra ser elegida por unanimidad en un cuerpo tan heterogéneo?
-Me lo había planteado en un esquema de gobernabilidad que se fue ampliando. Empezamos con 20 voluntades que me eligieron en 2019, luego incorporamos al peronismo el año pasado y ahora logramos sumar al resto. Me propuse sentarnos para gobernar todos juntos, no significa que vayamos a votar todos por igual, nos obligamos a sentarnos a conversar de todos los temas, y trabajar para que las normativas sean de mejor calidad. Como no hay una mayoría, hay que hacer el ejercicio de sentarse a dialogar.
-¿El precio fue negociar que haya varios bloques y hasta bloques unipersonales?
-Todo lo contrario. Hemos conformado un bloque de Creo de cuatro ediles, Ciudad Futura tiene cinco, el Frente de Todos armó un bloque de cuatro. Trabajé para que haya bloques únicos por partidos. Las diferencias dentro de los movimientos es una dinámica que no se puede evitar.
Trabajamos juntos en momentos de mucha incertidumbre y mucho miedo con gente que pensamos muy distinto, y eso generó mucha confianza personal
-¿Se puede compatibilizar cuando hay más de diez presidentes de bloque en una reunión de labor parlamentaria?
-Es dificilísimo (sonrisa apesadumbrada)…..super difícil. Pero sinceramente creo que la pandemia nos enseñó a comprometernos de diferente manera. Nos juntamos con cada una de las fuerzas políticas y las hicimos confluir en responsabilidades en conjunto como fue la asistencia alimentaria. Eso llegó para quedarse. Trabajamos juntos en momentos de mucha incertidumbre y mucho miedo con gente que pensamos muy distinto, y eso generó mucha confianza personal que se trasladó cuando retomamos la presencialidad.
-¿No hay riesgo de que se pierda la oposición?
-Creo que se ejerce de manera distinta. Sabemos que las normativas pueden tener consenso o no. Y en eso hay que rescatar la figura del intendente que se banca que sus proyectos no salgan tal como los mandó. Y eso en el pasado no existía. Es un valor que Pablo (Javkin) tiene y hay que poner sobre la mesa. Eso no se ve como una derrota sino una ganancia en calidad.
-¿Por qué se sesiona cada quince días y no una vez por semana?
-Viví el Concejo cuando sesionaba por semana y en las comisiones se debatían los temas simples y no los complejos. Había una necesidad de producir despachos para la sesión del jueves. Sesionar cada 15 días hace que una semana trabajemos los temas cotidianos y la otra los temas más de fondos con reuniones de hasta 3 o 4 horas cuando una reunión de comisión dura hora y media. Así fue como salieron temas como el del código de convivencia o la ordenanza que ayudó a los rubros más golpeados de la pandemia. El Concejo labura mejor y labura la misma cantidad de horas.
Temas de gestión
-¿Cuáles son los temas de agenda que se plantea avanzar el Concejo en el futuro inmediato?
-Uno es la nocturnidad. La pandemia adelantó los horarios de salida y ello ayuda a la convivencia con los vecinos. Hay que retrabajar lo hecho hasta el 2019. La realidad es otra donde el aire libre es protagonista y la forma de diversión es otra. Otro de los temas es el control de las inversiones y las herramientas que tenemos desde Rosario. Hay una ordenanza vigente para que el municipio aporte voluntariamente información a la UIF. No queremos que sea un decálogo de buenas intenciones. Se trata de obstaculizar la ruta del lavado de dinero. Además, hay varias ordenanzas para ordenar lo urbano en Fisherton o sobre bulevar Rondeau. Y hay que trabajar juntos para derivar más recursos a la obra pública.
-Es uno de tus temas de agenda como concejala, ¿cómo se soluciona el problema de la falta de taxis?
-La única forma de solucionar es elevando la calidad del servicio y la manera es regulando las aplicaciones. Si nadie me banca con Uber, sabes que soy la única que quiere regularla pero acá no me banca nadie, entonces desterremos las aplicaciones internacionales y nacionales. Regulemos las aplicaciones locales: que se pueda elegir conductor, saber dónde está el auto, cuánto tarda en llegar, seguir el recorrido, calificar al conductor, pagar por distintos medios, etc. Esa información la puede tener el Estado. Es re simple. Había comenzado a charlarlo con los taxistas y no estaban tan en desacuerdo. Pero hay que perder algunos privilegios como los radiotaxis. Los radiotaxis no van más, la gente ya no llama por teléfono lo hace por Whatsapp. El otro punto es que hay que entender que se trata de un servicio público y que hay que cumplir y el que no cumple que devuelva la chapa. Esto genera obligaciones como tener un chofer porque es imposible que el titular maneje 16 horas. Es cierto que la pandemia hizo que muchos choferes dejaron de trabajar y eso generó muchos conflictos laborales. Pero hay muchas mujeres que están buscando trabajo. Lo que tiene que hacer muchos titulares es contratar esas mujeres.
-Hubo un cruce muy fuerte con el sindicato municipal por el presupuesto. El gremio denuncia que están desfinanciando el área de Control...
-Me pareció llamativo que al día siguiente del reclamo del intendente a Nación por seguridad y fondos venga el sindicato al Concejo sin avisar a discutir el presupuesto cuando jamás lo hizo. No creo en las casualidades en política. Tenemos una secretaria de Control que disolvió la guardia urbana y no fue bien recibido. Los cambios siempre generan resistencia. Es una secretaria que no ha dejado pasar nada y el sindicato reacciona contra eso. Nadie niega que falten más recursos en Control, pero eso se pone en la mesa de discusión. El intendente nunca dejó de pagar las obligaciones paritarias, no merece ese trato.
La agenda política
-La foto con Dionisio Scarpín junto al intendente el día después de las elecciones, ¿es una puerta abierta a Juntos?
-Fue una selfie que tuvo más repercusiones que las intenciones de decir públicamente que vamos a trabajar juntos por Rosario. Sí lo que hay que reconfigurar son los frentes políticos en la provincia. Javkin logró construir junto a distintos sectores Arriba Rosario y ese formato de construcción plural y abierta sin pedir carnet de afiliación hay que reproducirlo en la provincia. El que quiere y está de acuerdo con nuestras ideas que se sume. El liderazgo de Pablo va a construir algo distinto. No va a hacer ni Juntos ni el Frente Progresista. Será una construcción muy a la rosarina.
-¿El límite es el PRO?
-Siempre el limite fue el PRO. Sin embargo, creo que sería muy soberbio de nuestra parte poner un límite. Más allá del partido y los dirigentes, hay determinadas ideas en las que no vamos a estar de acuerdo.
-Son los únicos radicales que no se pasaron a Juntos...
-Es al revés, nosotros los estamos convocando a que vuelvan a una construcción distinta. Nosotros nunca nos vamos a dejar conducir por el PRO, esa es la diferencia.
-¿Ves a Javkin para la provincia dentro de dos años?
-Sí, por supuesto
-¿Y vos en la ciudad?
-Soy una militante de una organización. Va más allá de mis deseos y mis aspiraciones. Por supuesto que estoy entre las posibilidades.