El ministro de Gestión Pública de la provincia, Marcos Corach, se refirió de manera crítica a la gestión del socialismo y mencionó que hubo “connivencia entre la política y el delito”. Además, dijo que Omar Perotti “tiene el récord de reuniones” en pandemia, por lo que no acepta que se diga que al gobierno le falta diálogo.
“Nosotros tenemos un mandato muy claro por parte del gobernador: la connivencia entre la política y el delito debe encontrar en todos nosotros un límite”, manifestó el ministro de Gestión Pública.
Corach remarcó: “Fueron muchos años de destrucción de lo público a causa de este flagelo de mezclar las mafias y los gobiernos. Santa Fe ha padecido esto y el gobernador, cuando asumió, claramente marcó una línea divisoria”.
Por su parte, se refirió a las políticas de seguridad, en un marco crítico para el día a día de los ciudadanos: “Desde el gobierno provincial tenemos dos grandes ejes estratégicos: uno el de conectividad y el otro el de seguridad, que está en la Legislatura. Estamos haciéndonos cargo de las consecuencias de muchos años de connivencia entre el delito y la política”, detalló el ministro.
“Hoy combatir contra todo eso nos lleva a preguntarnos por qué el ministro de Seguridad, Marcelo Sain, no es invitado a la Legislatura para que cuente lo que está haciendo y cuáles son sus planes de gestión. ¿Por qué razón nadie le pregunta y nadie lo indaga?”, se preguntó Corach.
Falta de diálogo
A su vez, el ministro de Gestión Pública se refirió a las políticas del gobierno provincial y al diálogo con la oposición.
“Cuando la oposición habla de falta de diálogo no tenemos claro a qué se refiere porque el gobernador, mientras no podíamos movernos por la pandemia, debe tener un récord nacional de reuniones por Zoom ya que se ocupó de hablar con todos y cada uno”, dijo.
Y agregó: “Luego, cuando pudo recorrer las localidades de la provincia, tuvo un diálogo directo con todos los ciudadanos. El gobernador no necesita intermediarios y habla con todas las instituciones, sindicatos, organizaciones empresariales y ciudadanos”.
“No aceptamos que nos digan que no somos dialoguistas”, remarcó Corach.