En la semana previa al domingo que se celebra el Día de la Madre, una historia de amor elegido entre un hijo y una madre adoptivos, que compartieron cómo fue aquel primer encuentro en el que ella era su maestra de inglés, pero para ambos fue un amor maternal inesperado y a primera vista.

Matías tiene 23 años, y desde sus 11 formó un hogar junto a Érika, de quien recordó el primer encuentro, en diálogo con el equipo periodístico de Telenoche Rosario (El Tres): “Yo quería estudiar inglés, y ella se ofreció a apadrinarme, y cuando me la presentaron, le di un beso y me fui corriendo”.

Su madre aseguró entonces sobre él: “Para mí, Mati es todo. No tenía el deseo de ser mamá hasta que lo conocí y me movilizó todo. Fue conocer al amor de mi vida”.

Entonces describió: “Es la mejor mamá del mundo. Es mi heroína. Viví desde mis cinco años en el hogar Casa Cuna (por una medida de protección porque sufría violencia de género de mi padre), hasta que me vine a vivir con mi mamá”.

Recordó entonces cuando su madre organizó su festejo de cumple en el hogar alquilando un trencito para todos los nenes. Y consultada ella cuál fue el mejor regalo, fue conclusiva: “Es que Mati me haya elegido como su mamá, habiendo luchado porque tuvo que declarar en el juzgado. En otra vida debí haber sido un ángel para merecer el hijo que tengo”.

Ella antes del proceso de adopción fue su teacher de inglés, y después decidió apadrinarlo. “En ese hogar había muchas carencias: no había agua caliente y compartían el cepillo de dientes. Entonces me lo llevaba los fines de semana, y así nos elegimos”, recordó con emoción.

Cuando se terminaron los intentos de revinculación, a Érica le ofrecieron adoptar a Matías. “Iniciamos los papeles y me lo dieron con la guardia preventiva a sus 11 años. La adopción plena fue recién a los 14 años”.

Mamá e hijo a sus 11 años cuando comenzó el proceso de adopción por decisión de ambos.