La dicotomía que genera la pandemia entre quienes tienen una mirada sanitaria frente a los economistas se profundizó como nunca antes en Rosario esta semana. Los médicos desde los hospitales y hasta los infectólogos que asesoran al presidente Alberto Fernández piden a gritos ir hacia una cuarentena estricta mientras que, con la misma intensidad, comerciantes y empresarios reclaman a la Municipalidad y a la provincia volver a abrir las actividades.
Ese choque de concepciones de qué hacer en medio del pico de contagios (e internados y fallecidos) en la ciudad y la región, tiene su correlato físico en la ciudad de Santa Fe. Mientras el gobernador Omar Perotti define qué ocurrirá con los cinco departamentos del sur que volvieron al aislamiento (una especie de fase 2), en la Casa de Gobierno de la capital provincial debió enfrentar protestas de todo tipo.
El lunes el sector comercial se movilizó frente a la Casa Gris, el martes fueron los gastronómicos y este miércoles, día del cumpleaños 61 de Perotti, fue el turno de peluquerías y centros de estética. Los manifestantes cortaron la calle 3 de Febrero y reclamaron poder volver a trabajar.
Como ocurre con sus pares de Rosario, donde el intendente Pablo Javkin reunió los pedidos, afirmaron que los contagios no se dan en sus establecimientos y que necesitan retomar la actividad antes de fundirse, informó la periodista Ivana Fux desde la ciudad de Santa Fe.
Como contrapartida, este miércoles la directora del hospital Centenario, Claudia Peruch, advirtió que las camas para recibir pacientes de covid-19 podrían agotarse “en cuestión de días”. Enfatizó que la situación en el sector público es “muy, muy crítica” y pidió extremar los cuidados. Este martes solo quedaban 63 camas en todo el sistema de la ciudad. La saturación ya es del 90 por ciento y se agotaron las reservas para seguir agregando espacios.
Luis Cámera, su colega y asesor de Alberto Fernández, afirmó en El Tres que Santa Fe “tiene que volver a restricciones fuertes” y que su le aconsejará al presidente "que el interior vuelva a fase 1".
Después, y de regreso con aquella dicotomía entre salud y economía, resolvió el falso dilema: “Si el número de casos crece, la ciudadanía se va a encerrar sola y la economía se va a deteriorar igual o peor porque no se puede trabajar si estás enfermo”.
Lo cierto es que el próximo sábado vence el plazo de los 14 días de restricciones decretadas por Perotti para Rosario y cinco departamentos del sur provincial. Son horas decisivas antes de conocer el nuevo anuncio y el endurecimiento a una cuarentena estricta, seguir en aislamiento parcial o avanzar hacia un distanciamiento con aperturas.