Falleció en Rosario Isabel Anchaise, médica terapista que se desempeñaba en el Sanatorio Güemes. Tenía 65 años y a pesar de estar incluida en el grupo de riesgo no quiso dejar de trabajar. Un mes atrás había ido a la guardia del Sanatorio de la Mujer porque no se sentía bien y quedó internada. Estuvo en terapia intensiva con una neumonía bilateral y falleció en las últimas horas
El resto de su familia también se contagió pero cada uno transitó el virus con cuadros leves, sin necesitar de internación, pero a Isabel se le complicó. Tenía cuatro hijos: uno de ellos también médico, una de ellas embarazada. Su marido, diabético. La doctora Anchaise falleció justo cuando en el sanatorio estaban evaluando permitir a alguno de sus hijos ingresar a verla. No pudieron despedirla, ni velarla.
Isabel era terapista y gerontóloga. Llevaba 20 años trabajando en el Sanatorio Güemes: “Ella siempre se cuidó. Desde el comienzo, empezó a prepararse y a leer más, a educarse sobre el virus que no conocía y cuando se instruyó se le fue el miedo”, le dijo a La Capital uno de sus hijos.
Una noche, antes de cenar, apareció el primer síntoma y se fue sola al Sanatorio de la Mujer. Esa misma noche la hisoparon y a las 24 horas le dieron el resultado positivo. Nunca volvió a su casa.
Ya pasadas casi las cuatro semanas y ante la gravedad del cuadro, los hijos comenzaron a gestionar la posibilidad de verla. “Aunque sea para despedirnos”, dijo una de sus hijas.
Luego de la muerte de Isabel, su familia pide que la gente tome conciencia: Quisieron ponerle nombre y apellido a un caso como éste, que no quede solo en un número más. “Que sirva para algo tanto sufrimiento”.