Juliana Galarza es una licenciada en Edición de Contenidos (UBA) de 33 años que vive en la ciudad de Buenos Aires y trabaja en una empresa de marketing, y en diciembre pasado tuvo un diagnóstico de cáncer de mama. Se tomó una licencia médica y tuvo dos intentos fallidos de quimioterapia. Su médica le recetó una nueva droga de AstraZéneca a comienzos de julio pasado, y luego de insistencias varias, su prestadora de salud se la entregó este miércoles por la tarde.
La joven había realizado una campaña en redes sociales y una petición de Change.org, ya que antes envió una carta documento a la empresa de salud, y ante una serie de argumentos que le negaban el tratamiento, fue por el recurso judicial, ya que se trata de una medicación aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y dentro del Programa Médico Obligatorio.
La droga para su quimioterapia se llama Enhertu. Hace más de una semana un juez le dio curso a un recurso de amparo que obligaba a la prepaga a entregarle la medicación en 24 horas. Este miércoles se conoció que la joven finalmente la recibió y comenzará su tratamiento este jueves.
Desde la empresa aclararon a este medio que "la situación está resuelta. Hace 48 horas la socia fue notificada por vía privada", y la mujer por su parte, dio a conocer a través de sus redes sociales la noticia con emoción.
Juliana ahora iniciará su tratamiento de quimio con esta nueva medicación, que se aplica cada 21 días, para poder recuperarse y volver a trabajar. “Quiero volver a estar saludable y volver a mi vida normal, pero mientras más pasan los días más dolores siento, y tomo analgésicos cada media hora y corticoides cada media hora, que es un parche mientras espero comenzar el tratamiento”, indicó.
Juliana recordó: "Probé con dos quimioterapias que no dieron el resultado esperado en el verano, y cuando supe de esta nueva medicación, estaba muy contenta de que iba a poder usarla, y es la esperanza que tengo de que mi tratamiento finalmente funcione. Me recuperé estos meses de los efectos adversos de las quimios anteriores, y me decían que por suerte esta medicación ya estaba en el país y que es efectiva. Pero con todo este retraso de Osde, si no lo hubiesen dilatado más de un mes, yo ahora estaría por hacerme la segunda sesión.
El reclamo, esgrimió, no solo lo impulsa por ella, sino que se animó a contar su caso pensando en otros pacientes oncológicos que estén pasando por una espera similar de su medicación: “Yo tengo una red de gente que está ayudando, y el recurso de amparo lo logré con mi abogada. Pero mucha gente que quizás está en la misma no sabe que tiene este derecho a la salud y debemos reclamar como comunidad, y por eso también quiero que se conozca mi caso: para que me den la medicación, pero también para que más pacientes con prepagas y obras sociales reclamen sus derechos”.
Destacó, además, que le consta que "es una medicación que el Estado está comprando y su tratamiento se está por aplicar en el Instituto de Oncología Ángel Roffo de Buenos Aires", y que "una vez que ingresó al Programa Médico Obligatorio las prepagas y obras sociales tienen que garantizarla también".