Este miércoles por la noche se realizó en Buenos Aires la cena anual de la rosarina Fundación Libertad que preside Gerardo Bongiovanni, y el presidente Javier Milei dio un discurso con muchas repercusiones, quizás la principal fue el contrapunto con Carlos Melconian a quien se refirió en tono burlón en su discurso. El anfitrión de la noche dijo que Milei se sumó a última hora, habló de la “cordialidad” que mostró con el ex presidente Mauricio Macri y con la propia Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad había elegido a Melconian como su ministro de Economía si ganaba las elecciones presidenciales. Además, ponderó entre los empresarios “optimismo” en torno a las políticas económicas del gobierno libertario.
Consultado por el programa Radiópolis (Radio 2) sobre el comentario socarrón sobre Melconian y la sorpresiva salida de éste del evento en ese momento, Bongiovanni reconoció que no se dio cuenta ni de lo uno ni de lo otro, pero que “como anfitrión” llamará al economista de Bullrich “para tratar de calmar los ánimos”. Melconian aclaró ya que su retirada de la cena no tuvo que ver con la burla presidencial, sino con otros compromisos suyos.
De todos modos, Bongiovanni destacó que tras el discurso, al que calificó como una “larga clase de economía”, Milei se mostró muy “cordial” con Macri y Bullrich, sentados en la mesa principal junto con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el ex mandatario español José María Aznar. Tras la asunción del libertario, la tríada había protagonizado una intensa interna que no parece estar hoy del todo resuelta.
“Milei solo subió al escenario para hablar y escuchó parte del discurso de Lacalle Pou. Él se incorporó como disertante sobre la hora, nos confirmó su participación el jueves pasado y que el podía proponer llegar sobre la hora, estar cuando hablara Lacalle y luego de hablar saludó a todo el mundo. Se quedó un buen rato”, dijo Bongiovanni.
Finalmente, sobre las sensaciones de los empresarios reunidos este miércoles, dijo que “hay una expectativa positiva” ante el modelo de Milei, que oscila entre el optimismo y “el compás de espera” pero que hay algo claro: “El otro modelo ya fue. Ya terminó el modelo del Estado presente que era un cuento chino”.