En una extensa carta publicada “a diez años de la muerte de Néstor Kirchner y a uno del triunfo electoral” del Frente de Todos, la vicepresidenta Cristina Kirchner se refirió este lunes a la situación económica, habló de una "extorsión devaluatoria" y reconoció que hay "funcionarios o funcionarias que no funcionan".
"Hoy maltratan a un presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los «defectos» que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión", dijo la vicepresidenta en un tramo del texto.
También negó ser ella quien maneja el gobierno y dijo que existe un "relato del presidente títere".
"El que decide es el presidente", aseguró Cristina y agregó que Alberto Fernández sufre un "maltrato" y un "castigo" de parte del empresariado.
Mañana... 27 de octubre.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 26, 2020
A diez años sin él y a uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas.https://t.co/vzo5Vziiw5
También admitió que existe un "freno a la economía" y una "incertidumbre generalizada", pero atribuyó los problemas económicos a la gestión de Mauricio Macri, a la pandemia y al "problema de la economía bimonetaria", que consideró "estructural de la economía argentina".
“El freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre que va a pasar con nuestra vida son agobiantes. No esta explicado en ningún libro ni hay teoría que lo resuelva. No hay soluciones. Sin embargo, aún en este marco de incertidumbre por la pandemia global y a casi un año de gobierno, sí podemos llegar a algunas certezas, al menos en el campo de la política”, dijo la ex presidenta.
Cristina Kirchner dijo que el “derrumbe macrista más pandemia hoy maltratan a un presidente que, más allá de funcionarios o funcionarias que no funcionan y más allá de aciertos o desaciertos, no tiene ninguno de los “defectos” que me atribuían y que según no pocos, eran los problemas centrales de mi gestión”.
“Castigan al presidente como si tuviera las mismas formas que tanto me criticaron durante años. A esta altura ya resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas. En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó. Es notable, sobre todo en el empresariado argentino, el prejuicio antiperonista. Notable y además inentendible si uno mira los resultados de los balances de esas empresas durante la gestión de los gobiernos peronistas o kirchneristas -como más les guste-. Este prejuicio no encuentra explicación ni desde la política, ni desde la economía, y a esta altura me permito decir que ni siquiera desde la psicología… aunque ya les advertí que de eso no sé. Pero no quedan dudas que esta actitud incomprensible ha sido y es una de las dificultades más grandes para encauzar definitivamente a la Argentina”, añadió.
“El relato del presidente títere lo utilizaron con Néstor respecto de Duhalde, conmigo respecto de Néstor y, ahora, con Alberto respecto de mí. Después de haber desempeñado la primera magistratura durante 2 períodos consecutivos y de haber acompañado a Néstor durante los 4 años y medio de su presidencia, si algo tengo claro es que el sistema de decisión en el Poder Ejecutivo hace imposible que no sea el Presidente el que tome las decisiones de gobierno. Es el que saca, pone o mantiene funcionarios. Es el que fija las políticas públicas. Podrá gustarte o no quien esté en la Casa Rosada. Puede ser Menem, De La Rúa, Duhalde o Kirchner. Pero no es fácticamente posible que prime la opinión de cualquier otra persona que no sea la del Presidente a la hora de las decisiones”, dijo la vicepresidenta.
“En la Argentina el que decide es el presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale que intereses lo o la mueven”, expresó.
Finalmente, la “tercera certeza” que mencionó en la carta es que “el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla”.