Un oso logró entrar a una casa de campo en California, Estados Unidos, mientras los miembros de la familia dormían. El animal llegó a la cocina, abrió la heladera y comió todo lo que pudo. Su osado acto quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar.
Amanda Habrun, de 32 años, se sorprendió cuando a la mañana siguiente encontró las puertas abiertas de la heladera y "comida por todas partes". Tras revisar las imágenes de las cámaras de seguridad descubrieron al peludo intruso que había permanecido en el hogar aproximadamente una hora.