Este domingo, por tercer día consecutivo, se produjo otra amenaza de bomba a través de una llamada anónima al Aeropuerto Internacional Rosario (AIR). Además de evacuar a toda la gente para el protocolo de acción, en medio del inicio de las vacaciones de invierno, esta vez estuvo en riesgo la llegada de un avión sanitario que traía un órgano de urgencia.
En horas del mediodía, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) inició el procedimiento de rigor ante este tipo de casos y tanto pasajeros como familiares y personal de la estación de Fisherton debieron salir del edificio hasta confirmar que se trataba, una vez más, de una falsa alarma.
En el medio creció la preocupación porque estaba llegando, entre otras comerciales, una aeronave que traía un hígado para trasplantar a un niño y hubo dudas sobre si iba a poder aterrizar en medio del operativo por la amenaza. Pero finalmente se concluyó a tiempo para un arribo exitoso y se normalizaron los demás servicios del día.
El paciente en espera es Benicio, un pequeño de seis años cuyo papá contó el viernes su caso en De 12 a 14 (El Tres). El nene se descompensó en los últimos días y pasó a necesitar urgente un trasplante de hígado. Hacía un mes, había recibido una parte del de su mamá, pero su cuerpo pareció rechazarlo y por eso pasó al primer lugar en la lista de espera del Incucai.
Las amenazas de bomba de viernes, sábado y domingo, casi con la misma mecánica y con los tres protocolos correspondientes activados, coincidió también con el inicio del receso escolar de invierno en Santa Fe y otras 15 provincias del país.
#ahora amenaza de bomba en el @AIR_Rosario aeropuerto desalojado y personal dirigiendo el #tránsito @leodelga2 @CalleDeRosario @RosarioAlerta pic.twitter.com/5T0FyMpKPI
— red de emergencias (@emergenciasAR) July 9, 2022
Durante la última temporada de verano ya se habían producido llamados similares, siempre con resultado negativo pero con las consecuentes molestias y demoras para cientos de pasajeros y las aerolíneas.
La situación se repitió también, y por última vez hasta este fin de semana, a fines de abril pasado, en medio de la llegada de atletas y visitantes a Rosario para los Juegos Suramericanos de la Juventud. En esos días también hubo amenazas a la Terminal de Ómnibus.