Un grupo de investigadores halló en Filipinas un gusano que come roca y la convierte en arena. Se trata del Lithoredo abatanica, un diminuto ser que –a partir del descubrimiento– se unió a la lista de criaturas de agua dulce capaces de "modificar" al paisaje.

Es que esa habilidad de trocar la piedra por polvo les permitiría, por ejemplo, afectar el curso de un río. De hecho, estos moluscos hacen su camino a través de la roca caliza, excavando túneles gruesos con sus cuerpos.

El gusano se encontró en las orillas bajas del río Abatan y los científicos fueron informados por primera vez de la especie por los lugareños que contaban historias de una criatura llamada “antingaw” que comía roca y se entregaba a madres jóvenes para inducir la lactancia, reseña el portal Gizmodo.

Hasta ahora, se conocía que lombrices y moluscos perforaban la madera, pero el Lithoredo abatanica supera la carpintería para posicionarse como un “ingeniero civil” de su ecosistema

De momento, el río Abatan es la única región donde se conoce que existan estas criaturas.