Una mulita pero gigante. Algo así como un peludo de un metro y medio. De esta forma es posible imaginar a un gliptodonte, un ser que habitó estas tierras millones de años atrás. Restos de un ejemplar fueron hallados en la localidad de Las Petacas por obreros de la construcción. El fósil fue preservado en el museo local y será estudiado por especialistas.
En contacto con Hoy es siempre todavía (Radio 2), la presidenta comunal, confirmó el hallazgo: “Fue una revolución para Las Petacas la aparición de este ser que no es de nuestra época”, comentó. Según relató, “obreros hacían pozos ciegos en un barrio de 8 viviendas que se están construyendo y en la primera vivienda, a unos 4 metros de profundidad sintieron algo raro”.
Los trabajadores le dieron aviso a Boca quien pidió frenar la obra y denunciar la posibilidad de que hubiese restos fósiles al gobierno provincial. “Llamó la atención porque era más que un huesito”, expuso sobre la razón que llevó a los trabajadores a encender tal alarma.
La presidenta comunal se contactó con Javier Armentano de la subsecretaría de Cultura y luego con Luciano Rey de paleontología y arqueología de la provincia. “Hicimos una movida para que ellos vengan y poder hacer bien el trabajo para no romper ni destruir la pieza”, sostuvo sobre el caparazón.
“Los gliptodontes - género extinto de un gran mamífero acorazado perteneciente a la subfamilia Glyptodontinae, emparentado con los armadillos que vivió durante la época del Pleistoceno, aunque de forma más aplanada- son los actuales armadillos o peludos que hoy existen”, explicó la funcionaria, consustanciada a esta altura con la vida prehistórica. “Estuvimos buscando los parientes más cercanos, supimos también que en 1982 encontraron acá un bisonte. No es de la misma raza, pero se encontraban ambos en la zona”, apuntó.
El megamamífero que pudo haber medido entre un metro y metro cincuenta, aunque este dato deberá ser confirmado por los especialistas que lo van a estudiar. Para retirarlo de la tierra, se montó un operativo que fue seguido con enorme entusiasmo por los vecinos y vecinas de Las Petacas. Los más conmovidos fueron los chicos y las chicas que, a través de un taller educativo, pudieron conocer mucho sobre la especie.
“Hacía tiempo que no se agolpaba tanta gente en el lugar. Fue emocionante”, expresó Boca, quien confió que pidió bajar al pozo y ver los restos de manera directa y en el lugar. Ahora, el fósil se halla preservado en el museo local a la espera de que pasen unos 3 meses. Por entonces, podrá ser sometido a estudios que revelen más detalles sobre el gliptodonte que alguna vez fue.