Mariúpol, la ciudad portuaria de Ucrania que desde hace más de 40 días permanece asediada por militares rusos, estaría a punto de entrar en su "última batalla", según aseguraron los últimos defensores que quedan allí en una carta compartida este lunes.
Mientras las fuerzas de resistencia de Ucrania se están quedando sin recursos, el regimiento de Azov acusó a las tropas rusas de utilizar una sustancia química contra la ciudad, algo que está siendo investigado por Estados Unidos, Reino Unido y el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Las milicias pro rusas, por su parte, aseguraron haber tomado el control del puerto el lunes y señalan que los reductos de resistencia se localizan en dos de las grandes plantas industriales de la urbe, Azovtal y Azovmach.
En tanto, en la región del Donbás, en el este, el gobierno ucraniano espera una inminente ofensiva rusa. "Según nuestras informaciones, el enemigo ha casi finalizado su preparación para un asalto en el este. El ataque empezará muy pronto", dijo este lunes el portavoz del ministerio ucraniano de Defensa, Oleksandr Motuzyanyk.
En ese mismo sentido, un alto responsable del Pentágono confirmó que las tropas rusas se estaban reforzando en el Donbás, sobre todo cerca de una ciudad clave, Izium.
El alcalde de Mairúpol afirmó que hasta 10.000 personas podrían haber muerto luego de más de 40 días de ataques y bombardeos rusos a esta ciudad situada a orillas del mar de Azov, y que varios cuerpos siguen tirados en las calles.
En Mariúpol lamentan las "promesas incumplidas" de la capital ucraniana
"Hoy (martes), probablemente, será la última batalla porque nuestras municiones se agotan. Esto será la muerte segura para algunos y el cautiverio para otros", señala un comunicado difundido por la 36ª brigada de la Infantería de Marina ucraniana en Facebook. "Estamos a punto de desaparecer lentamente. Durante más de un mes, hemos combatido sin reaprovisionamiento de municiones, sin comida, sin agua. Hemos hecho lo imposible", agrega el texto. La brigada lamentó la falta de asistencia del "comandante del ejército y presidente Volodímir Zelenski", asegurando que solo recibieron "50 obuses, 20 minas y misiles anticarros de combate NLAW". Luego sentenciaron: "No nos han dado nada más. Solo promesas incumplidas". En tanto, Zelenski volvió a pedir el apoyo de los países aliados y solicitó aviones, blindados y artillería. "La tarea clave, hoy y todos los días, son medidas defensivas concretas. Las capacidades militares y técnicas del enemigo son todavía muy altas. Sí, los ucranios son incomparablemente más valientes, pero en lo que se refiere a las armas necesarias, seguimos dependiendo del suministro de nuestros socios. Y, por desgracia, no estamos consiguiendo todo lo que necesitamos para acabar antes con esta guerra", expresó el mandatario. La presidenta de la Comisión Parlamentaria de Integración de Ucrania en la UE, Ivanna Klympush, indicó este lunes que las tropas rusas usaron "una sustancia desconocida en Mariupol. Las víctimas experimentaron fallas respiratorias. Lo más probable es que se trate de armas químicas. Esta es la línea roja más allá de la cual el mundo debe destruir la economía del despotismo". Tras conocerse esta información, las potencias occidentales expresaron preocupación y anunciaron que investigarán si efectivamente las fuerzas de Vladímir Putin emplearon ese tipo de arsenal, como denunciaron tropas ucranianas desplegadas sobre el terreno. La primera información fue brindada por el fundador del regimiento Azov de Ucrania, Andrei Biletsky, quien denunció en Telegram que un drone ruso había desprendido una sustancia química desconocida sobre la ciudad asediada, tras lo cual los combatientes ucranianos empezaron a sentirse mareados y con problemas para respirar. La alerta del Batallón Azov y de la representante ucraniana en Bruselas se da en un contexto en el que el Ministerio de Defensa ucraniano ya ha alertado sobre la alta probabilidad de que el Ejército ruso utilice armas químicas durante sus ataques.Denuncian que Rusia usó armas químicas en Ucrania