Chile anunció el primer caso de coronavirus de la temida variante Delta, horas después de que la misma mutación obligara a Israel a reimponer el tabapocas en lugares cerrados, causara en Rusia las peores cifras de casos y muertes en seis meses y forzara a Australia a aislar a los 5 millones de habitantes de Sydney, entre otros casos.
Delta, la nueva cepa variante de covid-19, proveniente de India que mutó hasta volverse más “contagiosa y mortal”, según alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue detectada por primera vez hoy en Chile, en una mujer que volvía de Estados Unidos y que fue aislada de inmediato.
El plan de inoculación masivo sigue a ritmo sostenido y es acaso el único motivo de alegría del presidente Sebastián Piñera, cuya gestión es objetada cada vez con más ímpetu, lo cual se ve reflejado en el índice de aprobación ciudadana, apenas de entre el 10 y el 13%, el más bajo desde que asumió.
El país trasandino, que presenta 1,5 millones de casos y casi 32.000 fallecidos, tiene vacunada a más casi 10 millones de personas con las dos dosis.
Pero si bien no está confirmado aún que esta cepa tenga circulación comunitaria, sino que por el momento serían todos casos importados, esta mutación del covid-19 se encuentra en México desde hace más de un mes, y el Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica detectó un incremento en los contagios en diversos estados de la república mexicana, lo que podría generar una tercera ola de coronavirus en el país.
Brasil recibió un cargamento de 300.000 dosis de la inyección monodosis Janssen, del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson. La vacunación en el gigante sudamericano continúa a ritmo cansino y solo el 30% de los 210 millones de habitantes recibieron una primera toma, en tanto apenas el 11% completó el proceso.
Brasil, el tercer país más lacerado por la pandemia detrás de Estados Unidos e India, registra 18,2 millones de enfermos y 507.000 muertes.
La cepa proveniente de India, la más letal de las existentes y todo un nuevo estrago para numerosos países a los que ya afecta, puso a Japón en estado de alerta debido a la inminente celebración de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Tokio. De hecho, el emperador Naruhito se declaró hoy "extremadamente preocupado" de que el evento deportivo más importante del mundo, que comenzará el 23 de julio, pueda acelerar la propagación de contagios.
Sin embargo, el primer ministro, Yoshihide Suga, reiteró que está decidido a que nada ponga en riesgo su realización, pese a que se incrementa el temor de los expertos en salud pública, e incluso de la población, a que se produzca un nuevo rebrote.
El uso de tapabocas en lugares cerrados, abolido el 15 de este mes gracias a una vasta campaña de vacunación, volverá a ser obligatorio en Israel desde la próxima semana por el aumento de enfermos atribuible también al patógeno indio.
Las autoridades israelíes recomendaron asimismo evitar viajes al extranjero, especialmente a los que no fueron inmunizados. Más de 5,5 de los 9 millones de habitantes recibieron al menos la primera dosis en un país que presenta 840.000 casos y 6.429 muertes desde el inicio de la pandemia.
El Reino Unido, el país más golpeado de Europa con más de 127.000 decesos, podría anunciar una relajación de las limitaciones de la cuarentena para los viajeros enteramente vacunados que regresen de lugares con riesgo medio, mientras se hace cada vez más fuerte y sonora la presión del sector turístico, el más afectado.
Cientos de pilotos, tripulantes de cabina y agentes de viajes salieron a las calles de Inglaterra, Irlanda del Norte y Escocia para reclamar el reinicio de los viajes, aun cuando la irrupción de la cepa Delta encendió nuevas alarmas. Se estima que 195 mil puestos de trabajo se perdieron o están en riesgo por la pandemia, al tiempo que el primer ministro, Boris Johnson, dijo hoy que no descarta tomarse vacaciones en el exterior.
También Portugal decidió retrasar la salida paulatina de las restricciones y de hecho reinstaló varias en la capital, Lisboa, y en la zona periférica, por la aparición creciente de nuevos casos de personas infectadas con la variante Delta.
En Australia, un ministro del estado de Nueva Gales del Sur dio positivo y otros tres se aislaron a medida que el virus se hace presente con la variante Delta que está empeorando a gran escala la situación de la capital, Sydney, donde la mayoría de la población tiene prohibida a partir de ayer la salida de la ciudad.
El ministro de Agricultura de la región, Adam Marshall se contagió tras cenar con tres colegas en un restaurante de Sydney por el que antes había pasado un comensal infectado, en tanto el jefe de la cartera de Salud, Brad Hazard, anunció que se aisló luego de estar expuesto a un caso potencial en el Congreso.
El gobierno endureció restricciones en la capital, reimponiendo la obligatoriedad del uso de barbijos en el transporte público y tiendas. Australia suma 30.400 casos y 910 muertes, según el último parte sanitario.
Rusia, con la capital Moscú como epicentro de los infectados, informó 20.000 nuevos casos y 568 decesos, cifra que a principios del verano se acerca a los picos de finales del frío enero y que también los especialistas atribuyeron a la mutación india.
La vacunación sigue siendo muy lenta debido a la desconfianza de una buena parte de la población hacia la vacuna, pese a los insistentes y enfáticos llamados a inmunizarse efectuados por el presidente Vladimir Putin.