Newell’s y Unión de Santa Fe fueron los dos primeros equipos que pusieron en marcha el retorno del fútbol local en modo partido semi oficial. Lo hicieron el sábado a la mañana con dos juegos de 60 minutos en el que aceleraron la puesta a punto de cara al incierto inicio de la Liga Profesional. Frank Kudelka planteó la base que viene consolidando desde que llegó. Nombres y formas similares a las que ya usó, aunque con algunos detalles para destacar.
El primero es obvio. El retorno de Ignacio Scocco, acaso el jugador más fino del fútbol argentino. La Lepra recuperó a un fuoriclasse. Un intérprete de lujo para el héroe vivo que siempre resulta ser Maxi Rodríguez. Vale puntualizar que Pablo Pérez y Mauro Formica recuperan forma. En su muestra express de Superliga, PP8 dejó ver que está cómodo y que sigue pisando el área tan bien como en el campeón del Tata Martino. El Gato es talento puro. Si el físico no lo traiciona, es otro diferencial de mitad de cancha en adelante.
Jerónimo Cacciabue se encuentra en ese proceso, aunque tiene una carrera inversa a la de los otros dos volantes. Joven, apareció con madurez y después de ser convocado a la selección nacional una lesión muscular le impidió llegar a Ezeiza. Para volver a estar en ese grupo de elegidos, necesita minutos y el fin de semana dispuso de ellos en el elenco alternativo. Tampoco jugó Ángelo Gabrielli, lateral uruguayo que se ganó que el club le compre el 90% la ficha. Sin ninguno de ellos, el equipo estuvo en partido y dio la talla frente a un rival en período de reconstrucción pero que al fin y al cabo disputa la actual Copa Sudamericana. ¿Cuál es el quid de la cuestión? La ausencia de Cristian Lema. Fue una novela larga y con final infeliz. El futbolista se despidió en redes sociales y dio por concluido su segundo paso por Newell’s.
A los dos minutos de juego frente a Unión, se notó la falta de ese imponente 1,90. El uruguayo Javier Cabrera ejecutó un tiro de esquina desde la derecha del ataque y en el primer palo, Fernando Márquez le ganó a Mariano Bíttolo para que en el segundo poste Ezequiel Cañete la empuje antes que llegue Facundo Nadalín. Aunque no hubo hinchas en el Marcelo Bielsa, en el eco del Parque se oyó “y si, falta Lema”.
El reproche se transformó en sensación y de profundizarse, será conclusión. Para eso resta rodaje y de seguro, Kudelka buscará soluciones colectivas para ausencias individuales. No hay otro Lema en el plantel. No tanto por la altura porque en este mercado llegó Manuel Guanini -mide 1,91- sino por lo que representó el zaguero madrynense en materia de solidez en duelos aéreos. Es solo un aspecto del juego. Y tal vez otro compañero pueda defender mejor a espacios abiertos y darles destinos más seguros a las salidas por bajo. En la terraza sí es posible que se note su falta. Lo demuestra la Big Data.
Lema jugó 22 partidos completos en su segunda etapa en Newell’s. Los únicos minutos que no disputó en la pasada Superliga fueron ante Independiente. Había acumulado cinco amarillas y celebró desde afuera el 3-2 en Avellaneda. El último 13 de diciembre lo reemplazó Fontanini y ese día, Fabricio hizo un gol de cabeza. Todo un dato alentador. El resto de los números se recuestan sobre el zaguero que continuará su carrera en el Damac de Arabia Saudita. La plataforma Wy Scout brinda compactos que se segmentan por cada zona que uno quiera explorar. En materia de duelos aéreos, Lema registró 75 pelotas ganadas en disputas defensivas y sólo 19 pérdidas, tanto en pelotas que provienen de jugadas en movimiento como a balón parado. Su eficacia en despejes aéreos ronda el 80%. En ataque, se impuso en 52 oportunidades y fue derrotado en 22 ocasiones. En el frente opuesto sacó un rédito que supera el 70%. Demasiada ganancia en ambos flancos como para que quede desestimada. De hecho, suena excesivo pedirles el mismo rendimiento a sus potenciales reemplazantes. Por lo mismo, serán convenientes las respuestas grupales. Será turno de diseñar otras opciones. Sus compañeros ya no podrán apuntarle a Lema y tampoco contar con él para que sea el encargado de tomar la marca más amenazante.
En cuanto a las imágenes, las victorias de Lema se reflejan en goles. Un gran cabezazo significó el 2-1 transitorio a Huracán. Abrió el clásico ante Rosario Central. Y saltó más que ninguno contra River. Hasta puede agregarse que le bajó la pelota a Nadalín para que abra el camino del 2-0 ante Unión. Las caídas también tienen sus instantáneas. Lema salió en la foto del grito de gol de Cali Izquierdoz en la Bombonera y la pelota lo pasó en el Amalfitani antes que la conecte Nico Domínguez y direccione la victoria del Vélez de Heinze.
Hay otras lecturas en el detalle. Frente a Argentinos Juniors, en una cancha en la que le pelota generalmente viaja por arriba, se fue un con saldo positivo de 7-0 cuidando la postura defensiva. Lidió con Santiago Silva en el mano a mano del trámite y además con Carlos Quintana o Jonathan Sandoval cuando subían. En el Grella de Paraná, otro reducto de dimensiones reducidas, se fue 7-1 arriba. En Sarandí también fue claro vencedor. Fue 6-1 contra Juan Manuel García, Ezequiel Cérica y compañía. Y en Tucumán se las arregló para sacar un 5-2 contra Javier Toledo y los embates de la dupla Cabral-Bianchi.
La imagen más reciente de Newell’s mostró a futbolistas repartiendo marcas individuales en los tiros de esquina, con Nacho Scocco en el eje del palo/área. Cada uno es responsable del jugador rival que enfrenta. Pasó en el gol y volvió a suceder en la acción que tuvo como protagonista a Alan Aguerre en la que otra vez, Cañete se desprendió en el segundo palo tras un cabezazo de Claudio Corvalán que se impuso sobre Gentiletti. El correr de los juegos dirá si Newell’s buscará armar una zona, un plan de tomas mixtas o sigue marcando al hombre. Seguramente, haya una recomendación de no hacer faltas cerca del área y hasta recordar lo básico y primario de desacomodar a los oponentes para que no hagan valer centímetros ni capacidad de salto. Será una labor colectiva porque en la vía aérea de la temporada 19/20, un solo futbolista pudo más que varios. En este Newell’s, el lema es otro. Todos para suplir a uno.
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