“Cuando analizamos la relación entre médicos y pacientes, los médicos nos enfrentamos a la necesidad de 'curar' y, muchas veces, olvidamos nuestra función de 'cuidar', la que, generalmente, en nuestra vida profesional, se aprende mientras ejercemos la profesión que mucho tiene de arte”, indicó a Rosario 3 el médico clínico Marcelo Mariño.
- ¿Cómo es la relación médico – paciente en la actualidad?
- Hoy, la medicina está rodeada por la tecnología; la que debido a su inusitado avance tienta a olvidarnos de la persona, con lo que se deshumaniza la relación paciente - médico. Éste presionado por el tiempo, se inclina a darle más crédito a los informes de los modernos estudios por imágenes que a la vieja semiología, que sigue siendo el arte de interrogar y revisar, palpando, tocando y agudizando nuestros sentidos del oído, de la vista, del tacto.
- ¿Qué consecuencias trae esto aparejado?
- La situación se complejiza aún más cuando nuestro paciente se sale del manual o de los datos estadísticos y lo que nos relata no puede ser corroborado, en lo inmediato, por los estudios bioquímicos, por imágenes o por la mismísima semiología. En realidad, puede que solo estemos ante la presencia de uno o varios síntomas o de una enfermedad en tránsito que todavía no se ha terminado de instalar, lo que podríamos llamar “en fase psicosomática”, en la cual el síntoma corporal es el reclamo, pero que obedece a mediadores neuroquímicos llamados neurotransmisores que son los responsables directos de la signo sintomatología.
- ¿Qué se puede hacer?
- En este contexto solo el paciente y dedicado seguimiento evolutivo, por parte del profesional médico, nos acercará al diagnóstico definitivo.