"No sabemos si solo estamos viendo la punta del iceberg", dijo Sylvie Briand, jefa de preparación y prevención de epidemias y pandemias de la OMS durante una sesión informativa.
Las investigaciones preliminares no parecen indicar que el virus haya cambiado o mutado, por lo que Briand consideró que es posible detener la propagación, aunque añadió que los expertos están tratando de determinar las causas de esta "situación inusual".
"Tenemos una buena oportunidad para detener la transmisión ahora. Si ponemos en marcha las medidas adecuadas, probablemente podamos contener esto fácilmente", explicó.
El Reino Unido fue el primer país en informar casos de viruela del mono el 7 de mayo y desde entonces se reportaron cerca de 200 a la agencia sanitaria de la ONU desde países donde el virus no es endémico.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) estimó un total de 219 casos.
La viruela del mono es endémica en once países del este y del centro de África, pero en las últimas semanas hubo casos en más de 20 otros países, incluido Estados Unidos, Australia, Emiratos Árabes Unidos, la Unión Europea y Argentina.
El ministerio español de Sanidad notificó hoy un total de 98 casos, un poco más que Reino Unido, donde se registraron 90 infecciones confirmadas y en Portugal la cifra asciende a 74.
Todos los infectados son hombres y la mayoría tiene menos de 40 años, según se indicó.
"Todavía estamos en los inicios de este evento, pero sabemos que habrá más casos en los próximos días", dijo en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra Briand, quien subrayó, sin embargo, que no es necesario entrar en "pánico".
"Esto no es una enfermedad que debe preocupar al público general. No es covid ni otra enfermedad que se expande rápido", agregó.
La viruela del mono pertenece a la misma familia que la viruela, que mató cada año a millones de personas antes de ser erradicada en 1980.
Sin embargo, la viruela del mono es mucho menos grave y tiene una tasa de mortalidad de entre 3 y 6%, dependiendo de los casos, que mayoritariamente se recupera en 3 o 4 semanas.
Los primeros síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares en la espalda, y luego aparecen erupciones cutáneas, lesiones, pústulas y finalmente costras.
Varios expertos subrayaron que aunque este virus puede ser contraído durante un acto sexual, no es una enfermedad sexualmente transmisible.
La transmisión necesita un contacto estrecho y prolongado entre dos personas y tiene lugar principalmente a través de la saliva o el pus de las lesiones cutáneas surgidas durante la infección.
De momento, no existen muchas posibilidades de tratamiento, pero existen algunos antivirales desarrollados contra la viruela, incluido uno que fue recientemente aprobado por la Agencia Europea del Medicamento, señaló Briand.
También se comprobó que las vacunas desarrolladas para la viruela son eficaces en un 85% para prevenir la viruela del mono.