Según un nuevo estudio publicado por la revista Plos One de la Universidad de Washington (Estados Unidos), experimentar la pubertad en forma temprana puede ser uno de los mecanismos por los que los factores de riesgo infantiles influyen en problemas de salud cardiometabólica de los adultos.
En la actualidad, el inicio más temprano de la pubertad se vincula a la etnia, edad de la madre en su primera menstruación, aumento de peso infantil y obesidad, así como experiencias adversas como las desventajas socioeconómicas en la infancia, vínculos estresantes, entre otros.
En este trabajo, se modeló el momento de la pubertad y los riesgos para la salud en un cohorte de mujeres que participó de un estudio prospectivo de 30 años del NICHD sobre cuidado infantil temprano y desarrollo juvenil de niños y familias.
De esta forma, se siguió a las participantes desde su nacimiento hasta la adolescencia (1991-2009) para examinar las trayectorias de la salud y desarrollo infantil, adicionando el estudio en persona (2018-2022) entre participantes de 26 a 31 años para visualizar aspectos sociales, conductuales, de salud e información sobre el estado en la salud adulta. Así se ajustaron modelos a datos de la muestra completa de 655 mujeres.
Los hallazgos
En sus resultados, los autores pudieron ver que el inicio de la pubertad en forma tardía (desarrollo tardío de senos, aparición de vello púbico y primer período) predijo un menor riesgo cardiometabólico en la edad adulta. Asimismo, se descubrió que los indicadores de la pubertad median los efectos de factores como edad de la madre en su primer período, etnia, percentil de IMC y nivel socioeconómico de la infancia sobre el riesgo cardiometabólico de la edad adulta.
De esta forma se mapean las relaciones predictivas entre factores de riesgo infantiles, momento de la pubertad, riesgos cardiometabólicos en la adultez; pero no se puede probar causalidad. Por ello, el patrón de resultados brinda evidencia longitudinal sólida sobre el papel del inicio de la pubertad como vía que vincula exposiciones tempranas en la vida y salud cardiometabólica en la edad adulta, y sugiere que abordar el inicio de la pubertad puede mejorar la salud de manera más amplia en niñas en riesgo.
Por este motivo, los autores aguardan que estudios futuros repliquen estos hallazgos para caracterizar de manera más efectiva la naturaleza de los vínculos aquí identificados.
"Este estudio sugiere que el momento del desarrollo puberal en niñas es una vía importante a través de la cual los factores de riesgo tempranos, como el índice de masa corporal prepuberal y posición socioeconómica, influyen en la salud cardiometabólica en la edad adulta. El desarrollo puberal y su momento deben considerarse y, potencialmente, apuntarse en los esfuerzos por mejorar la salud cardiometabólica".
Fuente: Europa Press.