El trabajo contó con el apoyo de la Agencia I+D+i en el marco de la Unidad Coronavirus, que integra con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y el CONICET.
Las herramientas desarrolladas en el marco del proyecto "demostraron el uso de la tecnología celular para mejorar el monitoreo de la propagación del coronavirus, a partir de ofrecer información al usuario de la herramienta que le permita tomar mejores decisiones para su cuidado y reducir así el contagio", según un comunicado de la Agencia I+D+i.
Una de estas herramientas emplea una estrategia denominada "análisis de contactos", donde una aplicación instalada en el celular mide la cantidad de contactos diarios de los usuarios y usuarias y los que tuvieron los suyos, para recomendar eventualmente disminuir su interacción social, aún cuando no se dispone de información sobre casos positivos de coronavirus en su entorno.
La aplicación registra la cercanía y duración de los contactos, principalmente mediante los valores obtenidos de la señal Bluetooth Low Energy (BLE) disponible en los celulares.
A partir del acceso de forma anónima a los casos positivos, se evalúa "la presencia del coronavirus en el entorno social del usuario del celular y puede realizar recomendaciones que van desde prevenir el contagio y avisar si hay un alto riesgo de haber sido contagiado", dijeron los desarrolladores.
"Esta característica es la principal diferencia que existe entre la herramienta desarrollada y otras disponibles en el mundo que se centran en la detección del contagio", añade el comunicado.
Desde el grupo de investigación destacaron que la prevención de contactos puede ser más efectiva que el rastreo de contactos estrechos.
Las capacidades desarrolladas en este proyecto, que se encuentra en base de prototipo, podrán aplicarse en "futuras olas de contagios de SARS-CoV-2 como así también con otras epidemias o pandemias", agregaron.
Otra de las aplicaciones surgidas en este proyecto emplea una estrategia diferente basada en el análisis de la movilidad de las personas en una locación determinada.
El objetivo es monitorear en tiempo real los casos aislados, así como recordar de forma precisa los lugares en donde había estado la persona ,a fin de poder establecer los contactos estrechos ante un diagnóstico positivo.
Además, a partir de aquellos usuarios y usuarias que comparten de forma voluntaria su movilidad es posible establecer los índices de movilidad generales de una comunidad.
Este instrumento pudo ser probado como prototipo en un entorno real, mediante un acuerdo con el municipio de la ciudad bonaerense de Ayacucho, y se espera avanzar en la incorporación de nuevas localidades.
Con este objetivo, se desarrolló una plataforma de servicios integrales que brinda ayuda adicional informando comercios cercanos a la posición del usuario, farmacias de turno, noticias oficiales y la posibilidad de realizar un autodiagnósticos, denuncias y reserva de turnos para eventos con cupos limitados, concluye el comunicado de I+D+i.